La ministra de Salud, Nila Heredia, informó ayer que existen alrededor de 8.000 casos de tuberculosis en todo el país.
De esta cifra, los centros penitenciarios son los lugares donde mayor precaución se debe tener con relación a esta infección debido al extremo hacinamiento en el que están los reclusos.
Heredia destacó que las labores para combatir a esta enfermedad no sólo deben partir del Ministerio de Salud, sino que otras instancias del Gobierno también deben coadyuvar a esta labor, ayudando, por ejemplo, a que exista menor cantidad de presos en las penitenciarías para evitar el hacinamiento de reos, según un reporte de la agencia ANF.
“(Los privados de libertad) Tienen el tratamiento (contra la tuberculosis), pero es diferente que a pesar que estén con el tratamiento usted siga junto con el conjunto de los presos, por el grado de hacinamiento, eso dificulta el tratamiento”, explicó Heredia.
El hacinamiento de los reos en las cárceles del país y la exigencia de la asignación de un monto económico diario de 15 bolivianos motivó a los privados de libertad, principalmente en Cochabamba, a declararse en huelga de hambre para pedir atención a sus demandas.
De los más de 9.000 internos en el país, 7.000 están con detención preventiva y sólo 2.000 tienen sentencia ejecutoriada.
En cuanto a cifras, Bolivia es el segundo lugar en América Latina, después de Haití, que presenta altos índices de tuberculosis, con un promedio anual de 6.000 casos. Hay un promedio de seis muertes por día de personas entre 15 y 24 años.
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