Carmen Julia, de 37 años, comenzó a tener retrasos menstruales sin razones aparentes. Ella no lleva una vida sexualmente activa porque quedó viuda hace un año y no se volvió a casar ni tiene pareja. Fue a la ginecóloga y se sometió a varios exámenes que indicaron que el atraso de su regla se debía a un estado depresivo en el que se encontraba desde que falleció su esposo.
María Alejandra, de 14 años, ha tenido retrasos importantes de su regla y otras veces tiene dos sangrados en el mes y esta situación, según explicó el ginecólogo Raúl Hevia, director de la maternidad, puede deberse a una disfunción hormonal por falta de estrógenos y progesterona.
“Una niña que ya tuvo su regla durante un año y luego se le retrasa, primero hay que descartar un embarazo y luego someterla a estudios para ver qué sucede con sus ovarios o si es que tiene quistes y hacerle el tratamiento respectivo”, expresa el galeno.
Cuando el retraso de la regla se presenta en las niñas que están teniendo sus primeras menstruaciones, no necesariamente obedece a un problema, sino que esta situación puede suceder hasta que su periodo se va regularizando con el paso del tiempo. El ginecólogo destaca la importancia de que siempre se realice un chequeo ginecológico.
Cuando una mujer experimenta un retraso en su menstruación, lo primero que suele pensar es en un posible embarazo, si es que ha mantenido relaciones sexuales recientemente. Si no es así y sus periodos suelen ser regulares, a este atraso se llama amenorrea, que es la ausencia de la menstruación y puede ser algo temporal o permanente, explica la ginecóloga Mónica Raya, del Centro de la Mujer.
Las causas pueden ser diversas, empero la edad es un factor que puede influir en esta irregularidad, afirma Amparo Hayes, del Centro de Medicina Nuclear.
Desajustes normales
En la pubertad, cuando la mujer es aún joven y llegan sus primeros periodos, es habitual que la menstruación presente desajustes tanto en cantidad como en regularidad. Al llegar a la adolescencia, los ciclos van regularizándose y, habitualmente, llegan puntuales.
En la madurez, generalmente pasado los 40 años de edad, comienzan de nuevo a llegar los periodos de manera irregular y suele ser el indicio de la inminente llegada de la menopausia.
Procedimiento
Un sencillo test de embarazo (evatest) es el método para despejar las dudas. Si no se trata de una concepción, no hay por qué alarmarse, pues cada mujer es un mundo aparte y esto no funciona como las matemáticas.
Como ejemplo, Raya cita que el atraso también puede estar provocado por el consumo de fármacos o por la práctica excesiva de ejercicios físicos.
Evaluar cada caso
Raya manifiesta que los retrasos menstruales son uno de los motivos principales de la consulta ginecológica, dado que la mayoría de las mujeres en algún momento ha tenido un desfase con las fechas de la menstruación provocado por problemas hormonales, orgánicos o generado por el estrés, la depresión o la ansiendad. Hay que evaluar bien cada caso e indicar el tratamiento adecuado, manifiesta la especialista.
Anemia
Amparo Hayes remarca que un estado prolongado de anemia y la falta de hierro pueden provocar que la menstruación se retrase. Frente a esta situación, sugiere llevar una dieta equilibrada, rica en frutas y verduras, y someterse a análisis de sangre periódicamente, por lo menos una vez al año, para comprobar el buen estado de salud y, sobre todo, descartar la posibilidad de padecer de anemia.
No obstante, si el retraso menstrual se está convirtiendo en un motivo de preocupación y se sospecha que no es normal o que puede haber una causa fisiológica, lo mejor es acudir a un ginecólogo para obtener un diagnóstico preciso.
Cada organismo es particular
Hay mujeres que durante el transcurso de toda su vida fértil tienen ciclos irregulares.
Al respecto, la sicóloga argentina Mariana Basile afirma que cada organismo trabaja de modo inesperado. “No se puede saber todo. Hay mujeres que son irregulares en sus periodos y no tienen ningún problema aparente. El cuerpo de cada uno es particular. A veces se puede tratar de algún conflicto de ansiedad o algo puntual que está afectando la etapa menstrual, pero no siempre es así y simplemente hay que convivir con ello”, argumenta.
Las ginecólogas Raya y Hayes señalan como motivos aparentes para el retraso menstrual la mala alimentación que provoca problemas de salud, aumento o la disminución brusca de peso, estrés, ansiedad, exceso de ejercicios, problemas hormonales, ovarios con quistes, alguna anomalía física, la menopausia e incluso el clima, entre otros factores.
Caso
Tomando en cuenta la individualidad de cada persona, Raya relata que en su consultorio recibe confesiones de tantas situaciones que ameritan a veces únicamente un consejo médico o un tratamiento de emergencia
En uno de esos figura el relato de una mujer que tenía el retraso de más de tres semanas. Ella contó que tuvo relaciones con su esposo sin que ambos tomaran previsiones ante un posible embarazo. Sufría dolores en los ovarios y no le venía la menstruación. Estaba asustada y temía hacerse el evatest, pues anteriormente padeció de poliquitosis ovárica.
Al finalizar tuvo que vencer el temor, escuchar y cumplir la sugerencia de una cuidadosa dieta alimenticia durante una semana, antes de volver, ya con más calma, para el chequeo completo. “Fue el mecanismo para calmarla, ya que en ese momento estaba muy desesperada y, cuando existe miedo, es mejor aguardar un poco. Así funcionó bien. Eso la convenció y se le hizo el tratamiento de rigor. No estaba embarazada”, añadió Raya.
Asistencia
Si los ciclos son dolorosos o realmente muy inestables, es preciso buscar asistencia de especialistas. Existen tratamientos con medicaciones muy efectivas que regularizan los periodos.
De otro lado, cuando hay meses regulares y otros no, es necesario tener paciencia y analizar qué es conveniente para este tipo de mujeres para no afectarlas con un tratamiento innecesario.
Cualquiera sea el caso y la edad de las pacientes, es necesario visitar y consultar a un ginecólogo para descartar cualquier problema hormonal o sicológico, finaliza Raúl Hevia.
Posibles causas de los retrasos
Externas
• Depresión
• Estrés
• Ansiedad
• Cambio de vida
• Ejercicio físico excesivo
• Temperaturas climáticas
Internas
• Quistes en los ovarios
• Menopausia
• Embarazo
• Carencia de hierro
• Alguna medicación que se estén consumiendo
• Falta de ovulación
• Cambios bruscos de peso
Casos
• Tengo 17 años y mi periodo nunca cada vez llega tarde. Es más, hace más de dos meses que no tengo mi regla. Creo que se debe a una enfermedad, porque antes del atraso tampoco menstruaba cada 28 días.
• Hace cinco días que no me baja la regla. Estoy preocupada porque tengo ligadura de trompas. No veo normal el atraso porque nunca, en mis 40 años de edad, me ha pasado. Esto me asusta. Iré nomás al médico.
• Tengo 39 años, sufrí un aborto espontáneo hace seis meses y desde entonces mi menstruación ha ido disminuyendo. También sufro ciertos espasmos en mi vientre.
Opinión médica
Casos como los citados hay muchos y muy variados. Son diversas las causas de la amenorrea o ausencia de la menstruación. En muchas ocasiones puede responder a diferentes problemáticas. El consejo básico es acudir al ginecólogo para descartar cualquier problema. Para emitir un buen diagnóstico hay que examinar primero. Los comentarios sobre posibilidades de una u otra cosa quedan solo en especulación de lo que puede ser.
Muchas veces, por los nervios, la mujer se sugestiona y somatiza determinados síntomas que también se producen con el embarazo, como es el dolor de los ovarios. Por eso es necesario ir a un médico especialista.
Consejos para tener reglas estables
• La alimentación es fundamental. Una dieta saludable es de vital importancia para mantenerse ‘equilibrada’ en todo sentido, también en el menstrual. Bajar y subir mucho de peso es una alteración que perjudica notablemente al proceso hormonal.
• Si la variación es de uno a tres días, eso se considera dentro de los parámetros normales y, en general, no habría de qué preocuparse.
• Acudir al especialista todos los años es una manera de prevenir cualquier problema ginecológico, incluso posibles retrasos.
La preocupación por la falla de la regla, en algunos casos, es por el temor a estar encinta y, en otros, porque puede ser el síntoma de alguna enfermedad grave. En cualquier situación, es aconsejable acudir en busca de orientación de profesionales en ginecología.
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