Sus síntomas van desde una simple molestia, hasta un dolor agudo, que desde la región lumba o de la nalga, desciende por la cara posterior del muslo, la pantorrilla y llega incluso hasta el pie, ocasionando cuadros tan intensamente dolorosos y bruscos que incapacita para realizar las tareas más simples, dice la explicación de Miguel Royo, médico de neurocirugía y columna vertebral.
LAS CAUSAS DEL DOLOR. La mayoría de los dolores surgen por distensión o espasmos musculares, a menudo por levantar objetos de manera inadecuada o por un tirón o flexionar el cuerpo en forma brusca. Pero también pueden deberse a alguna hernia discal o intervertebral.
Entre los factores que más contribuyen a la ciática, son la mala postura, la obesidad, el embarazo y la vida sedentaria. Pero, además una rotura o deslizamiento de un disco de la columna vertebral que ocasione la compresión de un nervio, también puede ocasionar fuertes dolores de espalda.
PARA RECONOCERLA. La ciática se caracteriza con frecuencia por: dolor en un lado de la nalga o en una pierna que empeora al sentarse, ardor u hormigueo en la pierna, debilidad, entumecimiento o dificultad para mover la pierna o el pie, un constante dolor en un lado de la parte trasera y un dolor agudo que puede dificultar ponerse de pie o caminar.
TRATARLA. La mayoría de los síntomas de la ciática resultan de la inflamación y el dolor suele desaparecer con tiempo y descanso. La mayoría de la gente con ciática (del 80 al 90%) mejorará sin necesidad de una operación quirúrgica. Alrededor de la mitad de los individuos afectados se recuperan de un episodio en unas seis semanas. Pero ante todo, recuerde consultar con su médico.
DE GRAN AYUDA
Los ejercicios de fisioterapia pueden ser de gran ayuda en la recuperación
LAS EDADES
La ciática normalmente afecta entre los 30 y 50 años de edad.
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