J uan estaba a punto de sufrir un infarto cuando ingresó a la sala de Neonatología del hospital Hernández Vera, de la Villa Primero de Mayo. A las 22:00 del 26 de febrero llegó en los brazos de su padre, asfixiado y morado. Antes, a las 14:30, había nacido adelantándose a la fecha prevista, en una clínica privada de Cotoca, donde no hay un servicio de neonatología.
Juan nació con insuficiencia respiratoria y dijeron a su padre que buscara una incubadora. El pergrinaje duró varias horas. “Era domingo y llovía”, dice el padre. Durante toda la tarde y entrada la noche recorrió la ciudad y no halló un espacio disponible ni en las clínicas ni en los hospitales. Hasta que alguien le aconsejó que fuera al hospital de la Villa.
Para recibir a Juan tuvieron que acondicionar una incubadora que tenía fallas, pero que al final funcionó. En la sala del Hernández Vera los 15 espacios que tiene estaban ocupados, como siempre. Allí llegan transferidos los prematuros que ya no pueden entrar en la maternidad, en el hospital Japonés, en el Francés, en el de niños y otros centros.
Es que en las salas de neonatología de la ciudad nunca sobra un espacio y una de las razones es que en los últimos años ha habido un incremento del número de niños que nacen de manera prematura.
Según las estadísticas de la maternidad, que es un centro de referencia en el país, casi el 50% de los niños que nacen en este hospital son prematuros. En 2011 nacieron unos 12.000, según información del jefe del Servicio de Neonatología, Erwin Román. La maternidad tiene capacidad para 49 niños; pero Román calcula que se necesitan unos 80 espacios. “La saturación pone en riesgo la salud de los pequeños”, sostiene Román. La necesidad de ubicarlos obliga a internar a los que necesitan terapia intensiva en cuidados intermedios, donde las enfermeras tienen cinco pacientes para atender, mientras que en terapia intensiva cada una está a cargo de dos bebés. La doctora Nohemí Aldana, de la misma sala, relata que la falta de espacios obliga muchas veces a dejar a los niños por unas horas en las salas de cirugía o improvisar espacios hasta en los mesones de Neonatología, mientras ven a qué niño se da de alta (aunque no hubiera llegado a cumplir plenamente su tratamiento) para dar lugar a los nuevos. Aldana explica que es cotidiano rechazar el ingreso de niños y enfrentar el enojo de los padres. Pero también asegura apenada que hay niños que son abandonados en esta sala.
Mientras esto ocurre en la maternidad, en el Japonés hay una sala de Neonatología cerrada desde 2008 por falta de personal. Allí, siete incubadoras dejaron de funcionar por esa causa. El jefe del servicio de Pediatría, Orlando Jordán, explica que pese a las solicitudes reiteradas a la Alcaldía, esta no hace contratos y más bien tiene convenios con clínicas particulares.
En este hospital solo hay ocho cunas disponibles que están en mal estado, pues tienen más de 20 años. En el hospital Francés hay 10 espacios y en el hospital de niños, ocho.
Juan Rojas, jefe de Neonatología del Francés, considera que uno de los principales problemas del sistema neonatal en Santa Cruz, además de la falta de cunas, es que hay muy pocos puestos para terapia intensiva. Calcula que sumados solo llegan a 30 en todo el sistema público. Los hospitales pidieron formalmente a la Alcaldía ampliar los servicios para neonatos con el dinero que se paga a las clínicas.
El director de Salud del municipio, Raúl Hevia, sostuvo que en cuatro años la Alcaldía pagó Bs 15 millones a las clínicas. Solo entre octubre y noviembre de 2011 el pago por este servicio para neonatos significó Bs 616.000. Existe el proyecto de construir nuevas salas, pero no basta con buscar cómo edificarlas, hay que pensar también en personal especializado.
Para saber
Se considera que un bebé es prematuro cuando nace antes de las 37 semanas de gestación. Hay prematuridad extrema de niños que nacen hasta con 26 semanas.
Gracias al avance de la neonatología y el progreso en el tratamiento neonatal es posible que estos niños puedan crecer normalmente.
La mayoría de ellos vuelve a casa con un peso de alrededor de 2.000 y 2.500 gramos, habiendo incluso nacido con menos de 600 gramos.
Los órganos de un prematuro no están completamente desarrollados, necesitan cuidado especial hasta desarrollarse lo suficiente para continuar con vida sin soporte médico. Este proceso puede tardar de semanas a meses.
Las cifras
11
En la maternidad Percy Boland, solo hay esta cantidad de cunas de terapia intensiva de neonatos.
57.036
Esta es la cantidad de nacidos vivos que hubo en Santa Cruz en 2011. En 2010 fueron 53.942.
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