La muerte de un niño de Portachuelo cuando era trasladado de un hospital a otro en la ciudad capital hizo pensar seriamente que en el Hospital San José Obrero, ubicado en esa localidad, a 72 km de la capital, debía contar con un servicio de atención a los casos graves.
Inmediatamente se hicieron las gestiones para conseguir recursos y hoy este proyecto es una realidad. Ayer, en un acto especial, fue inaugurada la Unidad de Terapia Intensiva de niños, además de un pabellón de pediatría y del servicio de Emergencias.
La construcción de dichos ambientes se inició en 2010, luego de que la fundación Repsol decidiera apoyar el proyecto impulsado por las Siervas de María, que administran el hospital, y al padre Mateo Bautista, gestor del proyecto.
Se trata de ambientes amplios, que cuentan con moderno equipamiento. La sala de Emergencias tiene capacidad para siete camas y cuenta con respiradores y tomas de oxígeno. El pabellón de Pediatría cuenta con ocho salas de internación, lo que ampliará la capacidad del hospital a 94 camas. Entretanto, el Servicio de Terapia Intensiva de niños, tiene una sala neonatal con cuatro incubadoras y una terapia pediátrica con capacidad para seis pacientes graves.
El padre Mateo dijo que en la obra y el equipamiento se invirtieron más de $us 850.000, provenientes de aportes de instituciones y personas de buen corazón, siendo la fundación Repsol la mayor benefactora, con más de $us 600.000.
La directora general del centro, Sor Loreto Casado, se mostró agradecida por la obra. Ahora el hospital podrá dar asistencia oportuna a pobladores del norte cruceño.
No hay comentarios:
Publicar un comentario