Lidia Mayer, una joven de 39 años, no puede con su alma. Siente sofocamientos frecuentes, su corazón se acelera, duerme muy poco y mal, un dolor de cabeza le persigue a todas partes y su menstruación se ha hecho irregular y corta. Lidia fue a su médico para hablar de depresión pero salió con un diagnóstico de menopausia precoz. Lidia sufre una menopausia prematura; cuando el climaterio llega en la mujer antes de los 40 años, las menstruaciones desaparecen, no existe más función ovárica y ya no es posible quedarse embarazada.
Hay mujeres que tienen problemas de menopausia con 25 años, pero en general no sufren de menopausia precoz y sí de insuficiencia ovárica prematura. Los síntomas son similares pero la diferencia está en que la función ovárica es inconstante e impredecible durante años, existiendo la probabilidad de ovular y la posibilidad poco frecuente de quedar embarazada. La menopausia precoz produce muchos problemas a la mujer porque muchas funciones del cuerpo femenino se quedan sin la fuerza de las hormonas demasiado pronto, lo que provoca, por ejemplo, problemas vasomotores, sofocos, taquicardia, insomnio, dolor de cabeza y cuadros depresivos en la mujer.
Síntomas físicos y emocionales de una menopausia precoz
La mujer que sufre el climaterio antes de los 40 años pasa por un periodo de unos cinco años de transición entre la vida reproductiva y no reproductiva con muchos cambios emocionales y físicos.
En esta etapa empieza una serie de síntomas, desencadenados por la disminución de estrógenos en los ovarios hasta que se hacen insuficientes para mantener una cantidad de funciones que son propias de la mujer, entre ellas la menstruación. Cuando esta menopausia se produce antes de los cuarenta años hablamos de menopausia precoz. El primer aviso de la menopausia es la irregularidad de las reglas, incluso por un periodo de meses. Finalmente, el ovario dejará de producir los estrógenos, no ovulará y la mujer no podrá tener hijos.
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