Durante la lactancia uno de los problemas más comunes que enfrentan las madres tiene que ver con un dolor en el pecho a causa de una inflamación. Este problema, conocido como mastitis, es la causa para que muchas madres dejen de dar leche a sus bebés.
Causas. Según Elizabeth Rivero, especialista en Mastología, existen dos tipos de mastitis. La más común es la que está asociada a la lactancia materna. “Se da sobre todo durante el primer mes”, explicó.
Esta infección es producida por el staphylococcus aureus, una bacteria que penetra el tejido mamario, a través de pequeñas grietas en el pezón, algunas durante la lactancia.
Síntomas. Los indicios de esta infección se resumen en dolor, por lo general se manifiesta en una sola de las dos mamas, hinchazón, enrojecimiento y una mayor sensibilidad. “Se diagnostica con una ecografía mamaria y si se detecta la presencia de pus, lo mejor es drenarla para evitar mayor dolor”, indicó Carlos Paniagua, ginecólogo de Médikos Center.
El tratamiento se basa en antiinflamatorios y antibióticos que deben ser recetados por el doctor.
Prevención. Al ser las grietas en los pezones las causas de esta inflamación, el doctor Paniagua realizó una recomendación para disminuir los casos. “Antes de lactar se debe realizar un masaje en la aureola y el pezón utilizando una crema. Así cuando el bebé succione no lastimará la mama”, indicó.
Lactancia. Las madres a quienes se les presenta esta inflamación tienen la duda acerca de dar de lactar o no. Según la doctora Rivero, si el proceso es inicial donde solo hay retención de leche, se aconseja seguir con la lactancia. “Si el dolor es persistente es necesario evacuar la leche manualmente o con sacaleche hasta que las mamas queden blandas y pase el dolor”, indicó.
Diagnóstico preciso.
Ante una infección de este tipo, es importante visitar al médico, no solo para atenuar el dolor, sino también para descartar la presencia de un tumor. “El cáncer inflamatorio tiene los mismos síntomas”, concluyó Paniagua.
Mónica Urey
Mastóloga de Medikos Center
La causa o etiología más común es la bacteriana con 75% y dentro de ellos el staphylococcus aureus y el epidermidis.
El tratamiento consiste en antibioticoterapia y es recomendable no suspender la lactancia, ya que los estudios indican que la calidad nutritiva y funcional de la leche de una mujer con mastitis es superior a la de la leche artificial. El consumo de la leche mastítica no conduce a una infección en el lactante, salvo casos excepcionales de asociación de mastitis staphylococcica-candidiasis oral o dermatitis en nalgas y genitales. El intestino infantil contiene una concentración bacteriana más elevada que la presente en la leche mastítica, por lo que el impacto de un exceso de Staphylococcus y Streptococcus resulta insignificante.
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