Articulaciones.
¿Cómo le duele?
REVISTA VIVIR MÁS
CLÍNICA LAS CONDES
A pesar que tienen un nombre parecido y pueden afectar, incluso, las mismas
zonas del cuerpo, es importante conocer sus diferencias para no confundiarlas. Y tratarlas correctamente.
Artritis… artrosis… ¿Cuál es la que se produce por efecto de una inflamación en las articulaciones y cuál a consecuencia de una degeneración en la estructura de las mismas? La verdad es que pese a que muchas personas las confunden en su denominación, entre una y otra existen grandes diferencias importantes de considerar.
Sólo como botón de muestra, cabe mencionar que la artrosis es la patología articular más común, aunque no siempre da síntomas. La artritis, en tanto, produce dolor, enrojecimiento, aumento de volumen y temperatura, y puede ser ocasionada por distintos factores.
“Más allá de las diferencias entre una y otra, lo fundamental es recalcar que
debe ser un médico especialista quien evalúe a la persona e identifique si el dolor de una o más articulaciones es a causa de una artrosis o de una artritis. Esto, mediante un interrogatorio acerca de las características del mismo, la
forma de presentación, los factores agravantes y la duración”, explica la doctora Ángela Carreño, reumatóloga de CLC.
Artrosis.
La más habitual
La artrosis es la patología que más frecuentemente afecta a las articulaciones.
Se produce por degradación o pérdida del cartílago articular, a lo que se suma una reacción del hueso subyacente (el que está por debajo del cartílago), que se engruesa, forma quistes y prolifera formando osteofitos (“cachos”). Además se produce una
reacción de la membrana
sinovial que cubre el cartílago, ocasionando una leve inflamación de la articulación.
CAUSAS
No se sabe por qué se inicia el deterioro del cartílago, pero están involucrados factores locales, sistémicos, genéticos y ambientales. También hay factores mecánicos que pueden aumentar la vulnerabilidad del cartílago.
EVOLUCIÓN
Progresivo pero variable en el tiempo. Hay periodos donde la progresión es más rápida y, otros, donde ésta es más len- ta (incluso puede detenerse). Las articulaciones donde se presenta son: dedos de las manos, columna vertebral,
caderas y rodillas.
SÍNTOMAS
Dolor, en un principio leve e intermitente, relacionado con los movimientos y que desa-parece en el reposo. Posteriormente puede haber mayor intensidad de dolor, hacerse más constante o incluso presentarse en la noche. No siempre da síntomas y el grado de destrucción no va de la mano con la intensidad del dolor, ya que existen otros factores involucrados. Entre ellos, el umbral y la percepción del dolor de cada persona.
DIAGNÓSTICO
Se hace con los signos clínicos (síntomas del paciente y examen de la articulación) y una radiografía, en que se ve el estrechamiento del espacio articular y los cambios que se producen en el hueso.
Los factores de riesgo son:
• A mayor edad, mayor riesgo.
• El sexo femenino favorece la artrosis de manos y rodillas; la obesidad, la de rodillas.
• Ciertas ocupaciones, con movimientos repetitivos,
aumentan la probabilidad
de artrosis en la articulación.
• Factores genéticos.
TRATAMIENTO
Por un lado, el manejo no farmacológico (bajar de peso,
realizar ejercicio que no cause mucho impacto en las articulaciones) y el farmacológico (analgésicos, antiinflamatorios y fármacos que tienen un efecto sintomático lento). Pueden requerirse inyecciones locales y reemplazo articular en pacientes que no res- ponden a terapias anteriores.
Artritis.
Dolor persistente
Es la inflamación de una o más articulaciones con dolor, aumento de volumen y temperatura y, en ocasiones, enrojecimiento de la zona afectada. “Esta inflamación puede producir destrucción de la articulación, formando erosiones en el hueso (no ocurre en todos los casos).
CAUSAS
• Artritis producida por cristales: como la gota.
• Causas mecánicas locales: el trauma de una articulación puede provocar inflamación.
• Artritis por infecciones: por una infección local de la articulación o artritis séptica. También por infecciones en otra parte del cuerpo que secundariamente generen una reacción inflamatoria en una o más articulaciones.
• Enfermedades sistémicas: como artritis reumatoide (autoinmune), Lupus eritematoso, entre otros.
• Enfermedades endocrinológicas, hematológicas, hereditarias, etc.
Las artritis se pueden clasificar según su duración (aguda o crónica); número de articulaciones comprometidas
(1 articulación, monoartritis; 2 a 4, oligoartritis; mayor a 5, poliartritis); la distribución en el cuerpo (en uno o en ambos lados del cuerpo). Esta clasificación ayuda a orientar al diagnóstico, por ejemplo, si la presentación es aguda y en una articulación, se plantea el diagnóstico de artritis por cristales (gota o pseudogota) o artritis infecciosa. Si la artritis es de varias articulaciones con predominio de manos y pies y se hace duradera en el tiempo, puede corresponder a artritis reumatoide o a lupus, entre otras causas.
EVOLUCIÓN
Pueden ser agudas o crónicas, dependiendo si la duración es mayor o menor a las seis semanas.
SÍNTOMAS
Dolor, aumento de volumen y de temperatura de una o más articulaciones, lo que puede causar incapacidad de realizar los movimientos.
DIAGNÓSTICO
Es necesario que sea un especialista quien evalúe la forma de presentación y los síntomas, y realice un examen físico completo. Tomando en cuenta estos factores se evalúa la necesidad de realizar un estudio del líquido articular y efectuar exámenes radiológicos y de laboratorio.
TRATAMIENTO
Depende de la causa, ya que puede requerir antiinflamatorios o bien llegar a necesitar medicamentos inmunosupresores (que disminuyan la inflamación en todo el organismo).
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