En el Instituto Nacional de Laboratorios de Salud (Inlasa) se crían a 22 jumentos. Ellos son los proveedores del plasma que sirve para elaborar el suero antirrábico presentado ayer por la ministra de Salud, Nila Heredia, como un producto nacional.
“Hasta ahora hemos estado importando el suero antirrábico y desde hoy (ayer) ya no lo haremos, porque lo estamos produciendo”, destacó Heredia, tras informar que este producto era adquirido de Brasil porque no se lo producía en el país.
El jefe de laboratorio del Inlasa, Gil Patrick Fernández Coeuillet, explicó que para obtener el suero hay un procedimiento sencillo que consiste en inocular (introducir) el virus al burro, para luego extraerle sangre y de ésta, el plasma y las plaquetas rojas, de manera separada.
“Ese plasma se procesa para tener un producto purificado (en ampollas) para luego aplicarlo en humanos contra la rabia”, detalló Fernández. Sin embargo, el producto puede ser utilizado también en animales, como caballos, monos y otros, aunque su costo es muy alto.
El suero será utilizado sólo para situaciones extremas, de acuerdo con una evaluación médica, porque crea anticuerpos y defensas de inmediato. Por ejemplo, se usará en el caso de un humano que haya sido mordido en el cuello o en varias partes del cuerpo, o cuando se sospeche que el virus podría llegar con rapidez a su cerebro y generar el mal de rabia, que es mortal.
A diferencia del suero, la vacuna antirrábica (que también se produce en Inlasa) requiere de una espera de al menos 20 días para que la persona forme anticuerpos en su organismo contra la rabia, explicó el especialista.
Se entregará al Programa Nacional de Zoonosis al menos 1.000 ampollas antirrábicas.
En la presentación del suero, se informó que éste forma parte de los 200 medicamentos esenciales de la lista de la Organización Panamericana de la Salud.
El director del Inlasa destacó que este tipo de emprendimientos pone “en alto el nombre de Bolivia” ante países que aún no producen el suero. Con esto se abre la posibilidad de exportar el producto.
El asno, un animal resistente
De acuerdo con Fernández, se eligió al jumento para esta experiencia porque es de la misma familia del caballo; sin embargo, es más práctico, resistente y se adapta mejor a la altura y a los cambios climáticos.
“Son tranquilos, mientras que los caballos son más delicados y nerviosos. Por ejemplo, si le da un cólico al caballo durante dos horas, se podría morir; mientras que el burro es de fácil manejo”, argumentó el especialista, a tiempo de informar que el proyecto comenzó hace cuatro años.
Para que un asno pueda proporcionar el plasma para el suero, es inmunizado durante 25 días, de modo que se pueda garantizar un buen producto. Después de ser sometido a esta tarea, el animal descansa 52 días.
Producción de sueros y vacunas antirrábicas
Antiofídicos En laboratorios del Inlasa también se produce un suero antiofídico contra la picadura de dos tipos de serpiente que hay en el país.
Vacunas Hace más de diez años, en laboratorios del Inlasa se elaboran vacunas antirrábicas obtenidas del cerebro de ratón lactante (CRL).
Reseña Los primeros sueros antirrábicos que se hicieron, según Patrick Fernández, no contaban con técnicas de purificación. La gente los temía por las reacciones.
Mortal La persona mordida por un can con rabia y que no acude a un centro médico en 30 días, fallece.
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