Cuando se expone a los bebés al moho en el hogar, el riesgo de que desarrollen asma aumenta más del doble, de acuerdo con un estudio publicado esta semana en la revista Annals of Allergy, Asthma & Immunology.
La exposición al moho durante la infancia se relaciona con el desarrollo de la inflamación crónica de las vías respiratorias, lo que causa dificultad para respirar, falta de aire y tos.
En análisis previos se demostró que las esporas del moho pueden viajar, de acuerdo con la autora principal del estudio, Tiina Reponen, profesora de Salud Ambiental de la Universidad de Cincinnati de Estados Unidos.
Los investigadores visitaron los hogares de bebés en donde al menos uno de los padres era alérgico a uno o más de los 15 alérgenos que se transportan por el aire. Buscaron moho en las casas de 176 niños entre uno y siete años e hicieron pruebas de alergias a todos los pequeños de 1 a 4 años y a los niños de 7 años.
Después sometieron las muestras de polvo a pruebas de ADN de 36 diferentes tipos de moho, utilizando una herramienta estandarizada desarrollada por la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA, por sus siglas en inglés).
Los autores del estudio encontraron que si los niños quedaron expuestos al moho cuando eran bebés, el riesgo de padecer asma a los 7 años aumentaba significativamente.
Estar expuestos a esa edad (que es cuando los niños son lo suficientemente grandes para someterse a las pruebas de función pulmonar para tener diagnósticos más exactos), no parecía predecir si el niño iba a tener asma. Tampoco influyeron la presencia de un deshumidificador, las alfombras, la antigüedad de la casa o el moho visible.
En la investigación se sugiere que los futuros padres y las familias con bebés deben intentar eliminar cualquier situación que pueda conducir al crecimiento de moho.
PELIGRO DE LA HUMEDAD Sólo porque no puede ver el moho, no quiere decir que no está ahí. La humedad se puede presentar en una casa debido a problemas de goteras en el techo, una tubería rota, una inundación en el sótano o simplemente por el vapor en el baño.
Los niños que tienen asma tienden a vivir en hogares sin aire acondicionado, el cual puede ayudar a disminuir el nivel de humedad. De acuerdo con la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos, si puedes ver el moho, no necesitas hacer una prueba.
Si sospecha que sus hijos pueden estar expuestos al moho y muestran síntomas de asma, el doctor James Sublett, presidente del Comité de Ambientes Interiores del American College of Allergy, Asthma & Immunology (Colegio de Alergia, Asma e Inmunología de Estados Unidos) sugiere asistir con un alergista certificado, quien puede evaluar los riesgos potenciales a los que el niño puede estar expuesto.
hongo
El moho es una forma de hongo que se forma en cualquier sitio, adentro
y afuera. El moho se reproduce rápidamente en condiciones calientes y húmedas pero también puede crecer en climas más fríos.
tóxico
El moho produce pequeñas
esporas que flotan en el aire, las cuales producen asma en los niños que están expuestos.
prevención
Cuando se hacen las reparaciones y las limpiezas no debe haber alrededor niños,
mujeres embarazadas, ancianos o cualquier persona con alguna enfermedad del sistema inmunológico.
problemas
El moho puede producir problemas de salud que van de leves a severos. Algunos ejemplos de estos son la nariz tapada, picazón en los
ojos, al respirar se produce un sonido (como los asmáticos), dificultad al respirar, y sarpullidos.
inundaciones
El moho se forma después de una inundación o deslizamiento de lodo y puede ser la causa de graves problemas de salud.
fugas
Si una casa ha sufrido daños causados por el agua, se puede formar moho en tan sólo 24 ó 48 horas de haber sido expuesta al agua. Y lo que es peor, este puede seguir creciendo hasta que se tomen medidas para secar la estructura.
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