Los fumadores que encienden su primer cigarrillo poco después de despertarse tienen más posibilidades de desarrollar un cáncer de pulmón o de cuello y cabeza, independientemente de cuánto fuman o del tiempo que llevan fumando, porque son más adictos al tabaco, según dos estudios realizados en Estados Unidos.
Los resultados de ambos estudios, publicados en la edición digital de la revista médica "Cancer", de la Sociedad Americana del Cáncer, pueden ayudar a identificar a los fumadores con mayor riesgo de sufrir un cáncer y a adoptar medidas para reducir ese peligro, según sus autores.
"Estos fumadores tienen niveles más elevados de nicotina y de otras toxinas del tabaco en el cuerpo y pueden ser más adictos que los que se abstienen de fumar durante media hora o más" después de despertar, afirma el doctor Joshua Muscat, quien dirigió los estudios llevados a cabo en la escuela de Medicina de la Penn State University en Hershey.
Según Muscat, esto puede deberse "a una combinación de factores genéticos y personales que causan una mayor dependencia de la nicotina".
La investigación muestra que el grado de adicción es otro factor de riesgo de cáncer que se debe tener en cuenta, independientemente de los factores de duración y de frecuencia a la hora de fumar, ya que parece que entre dos fumadores de un paquete diario de cigarrillos corre más peligro de sufrir un cáncer el que antes enciende su primer pitillo, dijo el Dr. John Richie, coautor de los estudios.
El Dr. Richie dijo que se ignora por qué ocurre esto, pero estudios previos indican que los fumadores que encienden antes su primer pitillo tienden a tener un nivel más elevado de metabolitos del humo del tabaco en el organismo, lo que sugiere que están expuestos a niveles mayores de humo.
"Los individuos más adictos tienen un mayor riesgo de padecer un cáncer de pulmón, cabeza y cuello, independientemente de los cigarrillos que fumen", señaló.
Los científicos descubrieron que en comparación con los fumadores que encendían su primer cigarrillo más de una hora después de despertarse, los que lo hacían entre 31 y 60 minutos después eran 1,31 veces más propensos a desarrollar un cáncer de pulmón, una cifra que aumentaba a 1,79 veces si lo fumaban dentro de la primera media hora.
El estudio se llevó a cabo con 4.775 enfermos de cáncer de pulmón y un grupo de control de 2.835 personas, todos ellos fumadores habituales.
Muscat y sus colegas también estudiaron a 1.055 enfermos de cáncer de cabeza y cuello y a un grupo de control de 795 personas, todos con un historial como fumadores.
En comparación con los individuos que fumaban más de una hora después de despertarse, los que lo hacían entre 31 y 60 minutos después tenían una probabilidad 1,42 veces mayor de desarrollar un cáncer de cuello y cabeza y los que lo hacían dentro de la primera media hora 1,59 veces más. "La mejor estrategia para prevenir estos cánceres es no fumar", recordó Richie, quien explicó que el objetivo de estos estudios es evaluar las diferencias en el grado de riesgo entre individuos.
Según el científico, "entender la relación entre la adicción y el riesgo puede contribuir a diseñar métodos para combatir el hábito y ayudar a la gente a dejar de fumar o a no empezar a hacerlo".
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