Un fármaco producido para tratar problemas gastrointestinales es utilizado por algunas mujeres como abortivo. Este producto, disponible en farmacias, también está incluido en la lista de insumos básicos del Seguro Universal Materno Infantil (SUMI) para uso gineco-obstétrico por sus efectos, pero sólo un especialista sabe cómo y en qué cantidades suministrarlo.
La investigación Embarazos no deseados y abortos inseguros en cinco ciudades de Bolivia estableció que dicho medicamento es empleado de manera errada por mujeres que desean abortar, por lo que muchos casos derivan en abortos de alto riesgo.
“El medicamento lo consiguen en las farmacias. Dicen que su venta libre está prohibida, pero cuando negocian seguramente lo consiguen. Los que más los consiguen son los varones, porque ellos son los más interesados en inducir el aborto”, se lee.
“Al ser restringida su comercialización, especulan con los precios; según señalan, el precio en una farmacia es de Bs 6, pero los estudiantes lo venden entre 400 a 600 bolivianos”, se lee en uno de los testimonios recogidos para desarrollar el estudio.
Sandra Aliaga Bruch, una de las profesionales que elaboró la investigación, manifestó que el fármaco “revolucionó el acceso a un procedimiento seguro de aborto en la etapa inicial de la gestación, pero como muchas lo escucharon de otras, no saben ni el nombre, ni la dosis que deben usar, lo que pone en riesgo sus vidas y muchas se mueren”.
Según el Plan Estratégico Nacional de Salud Sexual y Reproductiva, 2009-2015, no hay datos concretos sobre el aborto en Bolivia, pero investigaciones particulares señalan que en el país se producen 100 abortos clandestinos cada día, en condiciones que ponen en riesgo la salud de mujeres.
“Se estima que en áreas periurbanas de bajo nivel socioeconómico, con una significativa población indígena, frecuentemente se utilizan procedimientos inseguros, siendo responsables de un tercio de las muertes maternas. Lo que se ha comprobado es que son abortos inseguros los que terminan frecuentemente en úteros perforados, infecciones, hemorragias, cuando no en muertes”, advirtió la investigadora según los datos recogidos.
Optar por un aborto no tiene edad
La investigación establece que la necesidad de recurrir al aborto permea todos los grupos etáreos por diferentes o similares razones. Las apreciaciones y relatos de las mujeres permite entenderlas mejor y por qué optan por interrumpir su embarazo.
Por lo general, el aborto es inducido por la pareja
La investigación permitió establecer que en el 40% de los casos, las mujeres que optaron por someterse a un aborto lo hicieron inducidas por sus parejas.
“Una de cada cinco mujeres reportó que fue su pareja quien tomó la decisión de interrumpir el embarazo y con qué método hacerlo. De las mujeres que revelaron esta situación, más de la mitad expresó haber experimentado violencia física de su pareja en este proceso”, dice el estudio.
Añade que otro grupo numeroso de mujeres reveló que la decisión de interrumpir el embarazo se debió también a factores como la presión de la familia, la situación económica, la edad, el nivel de instrucción o la cantidad de hijos existentes.
“Es frecuente que los hombres obliguen a sus parejas a abortar y en el caso de las más jóvenes (menores de 20 años), ellas se refirieron a que los padres las presionaron”, se lee en el acápite dedicado a los testimonios de los grupos focales.
Si bien la mayoría de las mujeres encuestadas tenía conocimiento de la legalidad del aborto para los casos en que éste compromete la salud de la mujer o cuando es producto de una violación, más de la mitad dijo incorrectamente que es permitido cuando el bebé tiene malformación.
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