La Fundación Bolivia en Acción señala que la figura del cuidador tiene una importancia fundamental dentro del cuidado de la persona que padece alzhéimer.
A medida que la enfermedad progresa, la responsabilidad aumenta. Esto no resulta fácil para la mayoría de la gente. Saber qué es lo que va a pasar y estar preparado le ayudará. De esta forma tendrá un mayor control sobre su vida, además le resultará más fácil tomar decisiones para la persona y ofrecerle el cuidado necesario.
Recuerde lo siguiente: la enfermedad puede causar que una persona repita palabras y acciones una y otra vez. Aquí hay que tener paciencia.
Puede ser que el paciente se mueva de un lado a otro por un largo período de tiempo, estresando al cuidador. Intente distraer al enfermo con actividades simples o cambios de tema. A veces la única solución es ignorar el comportamiento.
Pruebe pensar en las diferentes maneras en las que puede hacer que la acción que repite le pueda ayudar a hacer alguna tarea. Puede ser que sea capaz de doblar ropa limpia, limpiar el polvo, preparar verduras o pulir algún objeto.
Ver lo positivo
Otro punto importante es que su actitud puede marcar una gran diferencia en la manera de sentir. Intente mirar hacia el lado positivo de las cosas. Fíjese en lo que la persona todavía es capaz de hacer y en lo que ya no puede ejecutar. Por ejemplo, incluso cuando ya no puede preparar la cena, todavía podrá pelar papas. Eso puede ser muy útil.
Trate de no centrarse en los problemas. Deje que pasen cosas buenas.
Las personas con alzhéimer no pierden su sentido del humor o el deseo de buenos momentos. Cuidar de alguien será más agradable si pueden compartir un chiste y reír juntos.
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