El Bruxismo es el hábito involuntario de rechinar los dientes durante el sueño, sin propósitos funcionales. Es cuando una persona aprieta los dientes (sujeta fuertemente los dientes superiores e inferiores) o los hace rechinar (deslizar o frotar los dientes de atrás hacia adelante uno sobre el otro, por lo general el paciente no es consciente del problema, y las personas que están a su alrededor son las que se dan cuenta, alarmados por el ruido de los dientes, y también de los dentistas que observan la destrucción del esmalte y la dentina.
Las causas del bruxismo pueden ser alteraciones dentarias, por ejemplo, la maloclusión, y de mecanismos nerviosos centrales, también existen factores psicológicos que pueden desempeñar un papel importante ya que las tensiones exacerban este trastorno.
Las consecuencias del bruxismo pueden incluir hiperestesia dental (sensibilidad excesiva de los dientes porque la dentina queda al descubierto debido al desgaste), desequilibrios importantes en la articulación témporo mandibular (ATM), problemas para deglutir, movilidad dental y pérdida del diente. Estas consecuencias deben ser tratadas por un odontólogo pero las causas que las originan deben ser evaluadas por un psicólogo.
Los objetivos del tratamiento en este caso es reducir el dolor, prevenir el daño dental permanente y disminuir el rechinamiento de los dientes lo más que se pueda.
En los casos más graves, es necesaria la colocación de una protección dental de resina o plástico, conocida como férula de descarga, para impedir la lesión permanente. Es de fundamental importancia diagnóstica establecer la etiología del bruxismo la cual es emocional por lo cual el tratamiento fundamental además del odontológico será el psicológico.
Consultorio: La Paz entre Galleguillos y Corneta Mamani
Cel.: 604 – 11119 / 52 – 63076
No hay comentarios:
Publicar un comentario