Las arritmias son frecuentes, pero pasan desapercibidas. Sin embargo, son mortales e incapacitantes, advierte el cardiólogo y arritmiólogo Luis Alberto Rengel, de la clínica especializada en cardiología "Biocor". "Son fenómenos eléctricos que funcionan fuera de lo normal del ritmo cardiaco del corazón, existen varios tipos de arritmias, lo importante es determinar la causa y el tipo", explica el experto. Los más frecuentes en la tercera edad son los supraventriculares y fibrilación auricular, que provocan coágulos en el corazón, que sin la previa detención y un adecuado tratamiento pueden ocasionar desde una embolia hasta una muerte súbita, advierte el especialista.
Las caras de la arritmia. "Son traicioneras e hipócritas", dice el experto, puesto que empiezan por indefensas lagunas mentales. "Atacan al área cognitiva y solo aparentan una falta de memoria o desmayo". Por este motivo, se las confunde y pocas veces se diagnostica ya que el paciente no siente nada, enfatiza Rengel. Sin embargo, cuando ya el cuadro es crónico, puede llevar a enfermedades de insuficiencia cardiaca, parálisis, desmayos, insuficiencia cardiaca, muerte súbita, entre otros.
La no frecuente, pero la más mortal. Por su parte, las arritmias ventriculares son menos frecuentes que la ya nombrada, no obstante es más peligrosa, ya que pueden ocasionar una muerte súbita. Este tipo se presentan en dos clases: las chagásicas y coronarias.
Cómo se presenta. Existe un marcapaso natural en el corazón, explica el especialista y este funciona entre 60 y 100 impulsos en reposo. "Si el impulso es menor a 60 o mayor a 100, en cualquiera de los dos casos es una arritmia". Esta enfermedad incide en los conductos del corazón, y la velocidad y frecuencia pueden ser lentas o rápidas. "Es en base de esta frecuencia, que se puede tratar, "indica el especialista. Se las puede contrarrestar en cuadros con medicamentos o en caso necesario con una cirugía para reparar la válvula, para que recupere su funcionamiento normal o reemplazarla con una válvula artificial.
Un diagnóstico. En este sentido, el cardiólogo recomienda que ante los mínimos síntomas como los mareos, desmayos y palpitaciones, se acuda a un cardiólogo para determinar si existe la patología y si es así, qué tipo de arritmia es. El diagnóstico se puede saber mediante un cardioelectrograma, que es un método que permite ver la actividad eléctrica del corazón. Si no funciona con esta prueba, se le puede realizar un holter de 24 horas que graba la actividad durante todo este tiempo. Sin embargo, hay casos en los que se presentan muy de vez en cuando, para ello también existen equipos adecuados para detectar, informa Rengel y aconseja realizarse un chequeo periódicamente.
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