La chirimoya, una fruta agradable que se consume en algunas temporadas, es una de las que ayuda a controlar los niveles altos de azúcar en la sangre, motivo por el que se recomienda su ingesta por las propiedades medicinales que contiene.
También las propiedades curativas de esta fruta ayudan en la transmisión y generación de impulso nervioso y la actividad muscular, ayuda a bajar los niveles de colesterol, es útil para problemas de estreñimiento porque actúa como laxante.
Entre otras propiedades de esta fruta ayuda a regular la hipertensión, favorece en la formación de glóbulos rojos blancos, piel, vista, dientes, huesos, colágeno, también es antibacteriano, antiparasitario, anti espasmódico, astringente, febrífugo, hipotenso, sedativo, estomacal y vasodilatador.
En algunos casos es utilizada para combatir los estados de ansiedad, depresión nerviosismo y tensión, es eficaz contra los parásitos internos y los gusanos.
Por todas estas grandes propiedades de la chirimoya este producto es considerado como milagroso porque además mata las células cancerígenas porque sus extractos son positivos y potentes en procesos de quimioterapias y sin efectos colaterales.
La terapia natural con esta fruta no ocasiona náuseas extremas, ni pérdida de peso o del cabello, protege el sistema inmunológico, evitando las infecciones porque la persona tratada se siente más fuerte y saludable en todo el proceso del tratamiento.
Según estudios realizados, la chirimoya tiene muchas utilidades incluidas sus hojas, raíces, su pulpa, semillas las mismas son utilizadas por curanderos para aliviar los problemas del corazón, asma y artritis.
El 75 por ciento de la chirimoya está compuesta por agua, hidratos de carbono, fibra, calorías, tiene vitaminas A, C que ayudan a fortalecer las defensas del cuerpo humano, contiene también potasio, que ayuda con la contracción muscular y la prevención de calambres, tiene fibra, la que ayuda a tener una buena motilidad intestinal.
Contiene además minerales como; el magnesio, fósforo, calcio y hierro, niacina, riboflavina, tianina, ácido fólico, ácido ascórbico y antioxidantes.
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