Si usted consume una gran cantidad de jugo de pomelo mientras esté tomando ciertos medicamentos como por ejemplo estatinas para bajar el colesterol la interacción aumenta el riesgo de daño hepático y la degradación muscular que puede conducir a insuficiencia renal. Beber zumo de pomelo varias horas antes o varias horas después de tomar su medicamento aún puede ser peligroso, así que es mejor para evitar su consumo mientras dure la terapia.
El descubrimiento de esta interacción fue por azar en el curso de una investigación que pretendía estudiar la posible interacción existente entre una medicina hipotensora y el alcohol. Para tal ensayo se utilizó el zumo de pomelo como vehículo para enmascarar el gusto del alcohol y lo que se encontró fue que el alcohol no afectaba para nada a la cantidad de fármaco circulante en el organismo, en cambio el zumo de pomelo sí aumentaba de forma considerable tal concentración.
Hace más de 20 años que se publicaron los primeros datos en la literatura médica y desde entonces son numerosas las publicaciones que nos indican la existencia de tal interacción, así como los efectos que pueden causar.
¿CÓMO SE PRODUCE?
El zumo de pomelo afecta a la concentración terapéutica, es decir a la biodisponibilidad, de una amplia variedad de drogas. Actúa inhibiendo o compitiendo con la isoenzima citocromo p4503A4, lo que origina un bloqueo total o parcial del primer paso regulador metabólico normal; el cual tiene lugar en el intestino delgado, y cuya finalidad es la de "degradar" al medicamento para lograr su concentración efectiva en la sangre, o la de "convertir" al fármaco en un metabolito menos tóxico y utilizable por el organismo.
Esto originaria que los medicamentos sin degradar pasaran a la sangre ocasionando riesgo de reacciones tóxicas graves. Este efecto de supresión de isoenzima es acumulativo y posee una vida media de 12 horas. Lógicamente aquellos fármacos que utilizan procesos metabólicos diferentes no se verán afectados por el zumo de pomelo.
INTERACCIONES DEL POMELO
Numerosas investigaciones, algunas muy recientes, han demostrado que el zumo de pomelo aumenta los efectos y la permanencia en la circulación sanguínea de numerosos medicamentos que se utilizan en el tratamiento de los problemas de salud más comunes. La lista incluye más de 50 fármacos, entre ellos tratamientos para el colesterol alto (estatinas), depresión, hipertensión, cáncer, dolor, impotencia (viagra y similares), y alergias.
Con antihistamínicos: es la más significativa y peligrosa de las interacciones comprobadas. Si toma terfenadina o astemizol no tome zumo de pomelo ya que puede sufrir arritmias cardiacas. Otros antihistamínicos no sedativos no mostraron interacción peligrosa con el jugo de pomelo.
Con drogas reductoras del colesterol: en 1998 en la revista especializada Clinical Pharmacology & Therapeuticsse publicó un trabajo que advertía sobre el peligro de administrar simultáneamente el zumo de pomelo con la Sinvastatina, la Lovastatina, y la Atorvastatina. En dicho estudio se puso de manifiesto que el aumento más notorio en las concentraciones sanguíneas de droga se vieron especialmente con la Sinvastatina, y en menor grado con la Lovastatina y la Atorvastatina.
También se observó que puede haber variaciones individuales en las reacciones, ya que algunas personas son más sensibles, y con menor cantidad de zumo pueden presentar síntomas tóxicos, y otras más resistentes requieren mayores cantidades de la fruta para manifestar esas respuestas.
Con medicación psiquiátrica: muchos medicamentos utilizados en psiquiatría siguen el proceso metabólico de la isoenzima citocromo p4503A4, lo que hace que si se toman conjuntamente con el zumo de pomelo se vea afectada su biodisponibilidad.
Numerosos estudios comprobaron un significativo incremento, en especial un tiempo de reacción más prolongado de los medicamentos, lo que se traduce en un aumento del efecto sedante, siendo aún peor en pacientes con problemas hepáticos o en personas de edad avanzada. Las sustancias en las que se comprobó este efecto comprenden: el Diazepam, el Alprazolam, las Carbamazepinas y el Midazolam.
Con drogas inmuno-supresoras: la interacción más evidente del zumo de pomelo con medicamentos se encontró con fármacos usados en personas trasplantadas, tales como Ciclosporinas y los Tacrolimus. Tal interacción produce un aumento de la concentración de la droga en sangre, lo que podría ser muy beneficioso para disminuir aún más el riesgo de rechazos de los órganos transplantados, pero aún se duda de la conveniencia de este efecto, pues resultaría difícil controlar la concentración adecuada.
Con bloqueadores del canal del calcio: este tipo de fármacos se utiliza para tratar la hipertensión arterial. Dentro de este grupo podemos incluir los siguientes medicamentos: Nimodipina, Nitredipina, Felodipina, Pranadipina y Nisoldipina. Las furanocumarinas Incrementan los niveles plasmáticos y su toxicidad.
Con fármacos para la impotencia: esta interacción se da con el Sinedafil (Viagra), fármaco utilizado para tratar la disfunción eréctil. El consumo conjunto de este fármaco con el zumo de pomelo lleva a producir un aumento de los niveles de S idenafil, lo que en principio mejoraría la eficacia del fármaco; pero también lleva consigo un aumento de la incidencia de los efectos colaterales, como la dispepsia, molestias de visión.
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