La granada que es una fruta rica en vitamina C, reduce a la mitad la cantidad de beta amiloide, la sustancia tóxica que se acumula dentro de las neuronas de quienes padecen Alzheimer.
Asimismo, ayuda a proteger el cerebro del recién nacido contra la falta de oxígeno, lo que puede ocurrir en partos difíciles, dejando graves secuelas nuerológicas para toda la vida.
Este efecto neuroprotector sobre el recién nacido se logra cuando las mujeres embarazadas toman jugo de granada en el último trimestre del embarazo.
Asimismo ayuda para aumentar el deseo sexual, bebiendo un vaso de zumo al día porque aumenta los niveles de testosterona, una hormona que no solo existe en los hombres, sino también en las mujeres, estimulando el deseo sexual y fortaleciendo huesos y músculos.
Para las personas que sufren de estrés el zumo de la granada ayuda a aliviar este problema de salud produciendo un bienestar general, baja el nivel de colesterol, también reduce el riesgo de un ataque cardíaco a las personas que mantienen en sus arterias depósitos de grasa y ayuda a un mejor flujo sanguíneo que se dirige al corazón.
Para la hipertensión se debe beber un vaso de zumo de granada para lograr un ligero descenso de la presión arterial.
El zumo de granada ayuda a redistribuir la grasa del cuerpo, eliminando su acumulación en abdomen. Produce también una reducción en la circunferencia de la cintura por ser un antioxidante.
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