lunes, 8 de julio de 2013
El epigenoma del cerebro cambia del nacimiento a la adolescencia
"¡Qué cambiado has dado!" "No pareces el mismo". Son algunas de las frases que con más frecuencia escuchan los adolescentes. Científicos españoles del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL) han encontrado una explicación científica a los cambios en los comportamientos y conocimientos que experimentamos desde el nacimiento hasta la adolescencia.
Un artículo publicado en la revista Science con la participación de Manel Esteller, Director del Programa de Epigenética y Biología del Cáncer del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL), desvela que el córtex frontal (la parte del cerebro responsable de la conducta y la adquisición de nueva información) de las personas experimenta un importante cambio desde el nacimiento hasta la finalización de la adolescencia: su epigenoma se transforma.
El estudio se ha basado en el análisis del epigenoma de recién nacidos, jóvenes de 16 años y adultos de 25 y 50 años en Estados Unidos y en Cataluña. El epigenoma no es otra cosa es el conjunto de señales químicas que se encargan de encender o apagar los genes de nuestro ADN. Una de estas señales epigenéticas, la metilación del material genético, se incrementa progresivamente hasta llegar al final de la adolescencia y la entrada a la etapa adulta.
"Los resultados del estudio revelan que la metilación del ADN es clave en la formación de los espacios de comunicación entre neuronas (sinapsis)" ha explicado Esteller, que asegura que la metilación del ADN en las neuronas es diferente a la del resto de las células de nuestro cuerpo. "Si la normal se llama 5-mCG, esta se llama 5-MCH: esto es como poner un acento abierto o cerrado a una palabra, en este caso a un gen, para cambiarle su significado”, afirma.
Este descubrimiento puede tener una importancia profunda en el conocimiento de la biología del cerebro porque, además de explicar la plasticidad de este órgano ante el aprendizaje y las experiencias vitales, puede ser decisivo para entender las causas de las alteraciones de la conducta y de las enfermedades psiquiátricas.
Ahora, hay que investigar si pequeñas alteraciones en el programa de metilación del ADN en el desarrollo postnatal podrían estar relacionadas con desórdenes de neurodesarrollo como el autismo o la esquizofrenia.
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