El dolor es más frecuente con cada década de la vida que pasa siendo que después de los 50 años, 20 a 30% de las personas tienen dolores y lo que es peor, 20% toman analgésicos automedicándose para aliviar dolores crónicos sin conocer los efectos colaterales y riesgos que pueden sobrevenir, debido a los cambios hepáticos, renales y a la presencia de diabetes e hipertensión arterial más frecuentes en esta edad.
Las articulaciones.
El dolor crónico guarda relación con el desgaste del sistema articular y deterioro del aparato locomotor. Como consecuencia de esto surge la artrosis.
El dolor en aproximadamente 66% de los casos se manifiesta en articulaciones, ya sean pequeñas o grandes. Estas molestias son más frecuentes en los miembros inferiores por la sobrecarga de la marcha.
En la espalda.
El dolor de espalda es muy frecuente en todas las fases de la vida ya que todos tuvimos, tenemos o vamos a tener dolor de columna, pero en la edad adulta más de un tercio lo sufren por la artrosis, que se torna más evidente en las regiones cervical y sobre todo lumbar impidiendo esto las actividades cotidianas y laborales.
Cadera y rodillas.
Las enfermedades sistémicas como la obesidad, cuyo sobrepeso juega un papel importante en dolores de caderas y rodillas, son cada vez más frecuentes en la sociedad moderna, así como también la diabetes y su consecuente deterioro de los nervios periféricos en las polineuropatías que generan adormecimientos y sensación de pies calientes con descargas eléctricas que dificultan el sueño.
Estos pacientes también pueden presentar radiculitis dorsales o lumbares que pueden confundirse con los dolores ciáticos de las hernias de disco e incluso llevar desacertadamente a procesos quirúrgicos en pacientes en los que coexisten discartrosis lumbar o pequeñas hernias.
Es preciso encaminar a estos pacientes para un buen examen médico especializado para que reciban un tratamiento de acuerdo a sus condiciones físicas y de la edad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario