¿PASTILLA ESPERADA?
DETALLES CIENTÍFICOS
La Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés), aprobó esta semana es la primera píldora destinada a tratar la disminución de líbido en las mujeres, poniendo así fin al debate en torno al medicamento.
La llamada viagra para mujeres está específicamente diseñada para tratar el transtorno de deseo sexual hipoactivo (TDSH), una bajada de deseo sexual antes de la menopausia.
La producirá el laboratorio estadounidense llamado Sprout Pharmaceuticals y se comercializará con el nombre de Addyi.
Pero hay más datos que quizá no conocías sobre el polémico fármaco.
Así que respondemos a las preguntas por ti.
¿Es igual que el viagra masculino?
Se le compara con la famosa píldora azul, pero hasta ahí llega el parecido.
Y es que la Viagra, o Cialis, un medicamento similar con otro nombre comercial, ayudan a los hombres a alcanzar una erección o tratan ciertas deficiencias de testosterona.
Sin embargo, Addyi o la mal llamada "viagra rosa" se centra en aumentar el deseo sexual, algo que no hacía ningún medicamento hasta ahora, ni para hombres ni para mujeres.
¿Cómo funciona?
El compuesto activo del fármaco se llama flibanserina y actúa sobre las sustancias químicas del cerebro asociadas con el estado de ánimo y el apetito, de manera similar a los antidepresivos.
De hecho, originalmente se investigó como tratamiento contra la depresión, pero se descubrió que aumentaba el deseo sexual en mujeres.
No está del todo claro por qué es eficaz en ese sentido, pero los expertos apuntan a que se debe a su capacidad para incrementar la dopamina, una sustancia química producida por el cerebro y relacionada con el apetito, y también los niveles del neurotransmisor norepinefrina.
Asimismo, reduce la serotonina, un compuesto relacionado con la sensación de saciedad.
Es una píldora de ingestión diaria, a diferencia de la Viagra.
¿Quién la podrá tomar?
El fármaco está destinado a mujeres que, antes de llegar a la menopausia, sufren un transtorno del deseo sexual hipoactivo y que reportan estrés emocional debido a esta falta de líbido.
Los estudios realizados durante años sobre el tema señalan que entre 5,5 y 8,6 millones de mujeres tienen esta afección en EE.UU., y entre el 8 y el 14 por ciento tienen entre 20 y 49 años.
Pero no todos los expertos concuerdan con estas cifras.
Y una corriente argumenta que la falta de apetito sexual no es una enfermedad.
Además, para llegar a diagnosticar esta condición, el médico debe descartar otros factores que podrían disminuir el deseo sexual, como problemas en la relación afectiva, afecciones médicas o efectos secundarios de otros medicamentos.
¿Es efectiva?
Los efectos de Addyi son "modestos", dicen los expertos.
En las pruebas llevadas a cabo por el propio laboratorio farmacéutico, las mujeres que tomaron flibanserina reportaron un "ligero incremento de eventos sexualmente satisfactorios" cada mes.
Y también reconocieron haber sentido un descenso de estrés.
"Pero ésta no es una droga que te tomes una hora antes de tener sexo. Tienes que tomarla durante semanas y hasta meses antes de ver siquiera algún beneficio", dijo la psicóloga y terapeuta sexual leonore Tiefer, quien abogaba para que la FDA rechazara el medicamento, a la agencia de noticias AP.
¿Por qué es tan polémica?
La píldora tiene tantos defensores como detractores.
Y la propia FDA la había rechazado en dos ocasiones antes de darle luz.
Antes de esto, cuando un grupo de expertos le dio su visto bueno en junio, varios grupos de presión lo celebraron como un hito.
Estos habían acusado a la más alta autoridad en materia de medicamentos en el país de exigir más pruebas a un tratamiento dirigido a las mujeres que a uno diseñado para hombres.
Y reclamaban un trato igualitario para los problemas de disfunción sexual femenina.
En consecuencia, Even the Score, una de estas organizaciones que a su vez representa a 26 asociaciones, celebró la noticia de su aprobación y la tildó de "avance para las mujeres" en la red social Twitter.
Y la directora de la asociación de consumidores (National Consumers League), Sally Greenberg, afirmó al diario estadounidense The New York Times que la decisión es "el mayor avance en la salud sexual de la mujer desde la píldora anticonceptiva".
Pero también hay quien reclama que la FDA cedió ante estas presiones.
Los detractores subrayan que se aprobó una medicamento con "demasiados efectos secundarios potencialmente peligrosos" para tratar una condición médica con muchos interrogantes.
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