Aunque las Convulsiones Febriles (CF) inducidas por vacunas son raras y no conducen a resultados nocivos, podrían afectar las actitudes de los pacientes, de los padres y de los médicos hacia la seguridad de la vacunación.
La administración de vacunas es el segundo evento médico más común asociado con CF. La inmunización se ha asociado con CF, y un evento que ocurre dentro de las 72 horas de la vacunación es comúnmente aceptado como asociado a la misma.
Las excepciones a esto son las vacunas vivas atenuadas para las que los eventos pueden retrasarse hasta 7-14 días después de la vacunación.
Las vacunas causan fiebre y pueden inducir CF, pero no está claro si la fiebre inducida por vacuna es más epileptógena que la fiebre debido a otras causas, como una infección viral.
Las estimaciones del riesgo relativo de convulsión dependen del tipo de vacuna y de sus componentes. Es más probable que ocurra una convulsión después de la administración de ciertas vacunas, especialmente las vacunas vivas atenuadas, como la de sarampión, paperas y rubéola (MMR), y preparaciones que contienen toxinas o células enteras como la vacuna difteria-tétanos-pertussis acelular (DTaP).
De todos los eventos adversos por preparaciones de células enteras se estima que un tercio corresponde a las vacunas de tos ferina acelular. Según lo informado para la administración simultánea de vacunas contra influenza y neumococo, los riesgos asociados podrían incrementarse cuando las vacunas se administran en combinación. La reciente vacuna multicomponente, recombinante, para el serogrupo meningocóccico B (4CMenB) es un ejemplo.
A pesar de que se reportan con frecuencia, los eventos adversos luego de la vacunación son, sin embargo, eventos raros que pueden ser atribuibles a las vacunas DTaP y MMR.
Por lo tanto, a pesar de la aparición de esta complicación transitoria de la fiebre después de la inmunización, es necesario hacer hincapié en que la vacunación contra el sarampión y pertussis, así como contra la enfermedad invasiva por neumococo, ha reducido de manera significativa no solo la incidencia global de los trastornos neurológicos asociados con las propias enfermedades, sino también la de las discapacidades del neurodesarrollo graves y a menudo permanentes debido a las mismas.
La administración de acetaminofeno en el momento de la inmunización primaria con una vacuna con un componente inactivado (por ejemplo, DTwP-polio) ha demostrado reducir significativamente o prevenir la aparición de fiebre y ha sido ampliamente aceptada.
El ibuprofeno y el acetaminofeno han sido igualmente recomendados para su administración en el momento de la inmunización con DTaP, tanto antes de la vacunación como cada cuatro horas durante 24 horas a partir de la aplicación para los niños con una historia de CF, para reducir la posibilidad de fiebre después de la vacunación.
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