La contaminación en espacios cerrados puede ocasionar el síndrome del edificio enfermo, una afección reconocida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como enfermedad laboral.
La mala ventilación, la descompensación de temperaturas, las partículas en suspensión, los gases y vapores de origen químico y los bioaerosoles, entre otros agentes, son los principales causantes.
El pobre calentamiento o enfriamiento de la infraestructura, la mala acústica, la deficiente, excesiva o inapropiada iluminación y hasta el mal posicionamiento de los sistemas de calefacción y aire acondicionado y el uso de perfumes artificiales contribuyen a que la enfermedad se desarrolle, indica Álvaro Castillo, especialista en medicina del trabajo.
Los síntomas de las personas que lo padecen pueden incluir irritación de la nariz, mucosidad abundante, sequedad nasal, congestión, trastorno del olfato o tos.
También se puede presentar irritación, cansancio, escozor y enrojecimiento ocular. En la piel puede haber picazón e irritación.
A nivel de la garganta puede ocasionar su enrojecimiento e irritación, sequedad, inflamación y ronquera.
Cuando la enfermedad está mas avanzada puede presentar dolores de cabeza, náuseas, vértigos, fatiga mental o somnolencia, dificultades para concentrarse y alergias.
La OMS estima que aproximadamente el 30 por ciento de las construcciones modernas en el mundo pueden provocar esta enfermedad laboral en sus ocupantes porque no cuentan con las condiciones de infraestructura adecuadas para la cantidad de personas que las frecuentan.
Falencias
La higiene, la ergonomía y la seguridad son algunos de los principales aspectos que actualmente permiten a los trabajadores conservar la salud, mejorar su productividad y realizarse profesionalmente en su rubro. Las falencias en estos aspectos pueden llevar a lo que se conoce como el "síndrome del edificio enfermo". Para entenderlo a cabalidad no es necesario pensar exclusivamente en un edificio como tal, sino más bien imaginar un lugar con puestos de trabajo, similares o distintos, en el cual no se brinda condiciones dice el especialista en medicina del trabajo Álvaro Castillo Strampfer.
Este tipo de infraestructuras tienen por ejemplo: ambientes con temperaturas inadecuadas, iluminación insuficiente, ruido, e incluso la falta de mobiliario adecuado o herramientas necesarias para el buen desempeño laboral.
Por lo tanto el "síndrome del edificio enfermo" es un conjunto de factores relacionado a fallas y carencias en la optimización de las condiciones para hacer de los puestos de trabajo lugares más seguros, confortables y productivos.
La afección
se puede evitar
con una
planificación
Evitar el síndrome del edificio enfermo comienza con la planificación adecuada de la infraestructura que será ocupada por los trabajadores y en los que se debe tomar en cuenta: ventilación, luz del sol, ventanas, cantidad de sanitarios, áreas sociales, espacio mínimo en metros cuadrados por persona en el lugar cuando se trata de oficinas, así como mobiliario, monitores, iluminación, entre otros.
Para ello no solo se requiere la participación de arquitectos y decoradores, sino también del médico del trabajo y del ingeniero o gerente de seguridad, quienes pueden aportar valiosas ideas y detalles en beneficio de la salud de los trabajadores. A continuación daremos a conocer algunos tips de prevención.
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