La forma de pisar define, como una característica individual, a cada persona o a un grupo de personas, ya que el modo de caminar se hereda al igual que muchos atributos físicos. Sin embargo, además de ser un rasgo distintivo, esta peculiaridad, mantenida durante muchos años, y millones de pasos, puede degenerar en la aparición de lesiones osteoarticulares y musculares.
Uno de los ejemplos más evidentes es el comúnmente llamado juanete. Si bien esta afección es predominantemente hereditaria, las estadísticas indica que la proporción de casos es mucho mayor en mujeres por sobre los hombres (9 a 1). Se estima que esta problemática afecta al 60% de las mujeres mayores de 50 años, aunque también incide en mujeres jóvenes, en otras proporciones.
La designación de “juanete” refiere a “jointe” del francés antiguo que significa “juntar o unir”. Esta prominencia que aparece, en algunas personas, a nivel de la cabeza del primer metatarsiano y provoca la desviación del mismo hacia adentro se denomina científicamente “hallux valgus”, del latín “hallux”-nombre del primer dedo del pie- y “valgus”- por la desviación que se aleja de la línea media del cuerpo-.
No obstante, se debe tener en cuenta que esta afección refiere a un conjunto de deformidades y no solamente una, lo cual es de fundamental importancia para su exitosa corrección.
De no tratar apropiadamente esta patología muy dolorosa puede progresar a una enfermedad del pie debilitante y muy traumática para quien lo padece. Frecuentemente tienen un origen genético; es por ello que en ocasiones se observa que varios miembros de una misma familia presentan sintomatologías semejantes. Además, el uso de calzado inadecuado puede influir en su aparición y agravamiento.
La manera más eficaz de prevenir este punzante problema de los pies es utilizando un calzado cómodo. Según la Sociedad Americana de Cirugía Ortopédica se recomienda no usar zapatos con los dedos en punta y tacones altos ya que oprime los dedos y aumenta la presión sobre el dedo mayor, lo que contribuye significativamente al desarrollo del juanete a mediano o largo plazo. Usar zapatos con espacio amplio para que se ubiquen los dedos con tacones de hasta 4 cm es esencial para prevenir el desarrollo del juanete, independientemente del grado de severidad.
Un tratamiento paliativo rápido para mejorar la condición de los pies con juanetes puede ser el uso de analgésicos y antiinflamatorios. También pueden realizarse algunos ejercicios de fisioterapia que, acompañados por la modificación del calzado, aumentando el ancho de la punta, y el uso de dispositivos como parches o espaciadores interdigitales, pueden disminuir los síntomas en las formas leves. Sin embargo, si el tratamiento no es efectivo y se produce una deformación severa y dolorosa, se puede alinear el dedo y eliminar la protuberancia ósea en quirófano.
Datos arrojados por la Sociedad Española de Cirugía Ortopédica y Traumatológica indican que, anualmente, se realizan cerca de 10.000 cirugías de pie, incluyendo sus diferentes niveles de gravedad.
Existen cerca de 150 técnicas quirúrgicas para operar y corregir un juanete. La elección de la técnica quirúrgica correcta según la edad, estado físico y expectativas de cada paciente es clave. Esto significa que la habilidad del cirujano depende de hacer una correcta evaluación pre-operatoria y una adecuada elección de la técnica quirúrgica. De ello dependerá el éxito de la cirugía. Si la elección de la técnica es inapropiada ya no importará si el cirujano es hábil porque el resultado final no será el deseado.
Hay gran diversidad de técnicas; algunas sólo involucran partes blandas como tendones y ligamentos y tienen una rápida recuperación de entre 7 y 10 días. En otros casos, se debe corregir el hueso deformado o las partes lesionadas de la articulación y la recuperación total puede tomar entre uno y dos meses.
Habitualmente, el paciente se opera con anestesia peridural o raquídea y una analgesia post-operatoria de varias horas. Al retirarse el efecto, el paciente puede regresar a su casa el mismo día de la intervención, caminando, apoyando todo el pie sin realizar grandes esfuerzos. Se recomienda poner los pies en alto cada 45 minutos y caminar cada dos horas, como mínimo.
Toda cirugía traumatológica necesita la consolidación ósea por lo cual el plazo estimado de recuperación es de 30 días. Sólo en procedimientos leves, que involucran tejidos blandos, el plazo puede ser menor. Esto es así con cualquier técnica que se utilice. El alta para realizar ejercicios físicos o deportes es de 90 días. Se debe tener en cuenta que un post operatorio “prolijo” le asegura al paciente una recuperación rápida y exitosa.
Casi todas las técnicas consisten en efectuar osteotomías, una operación en la que se practican cortes óseos prolijos de forma que el cirujano puede efectuar correcciones en la posición del hueso desviado. Particularmente, la técnica de micro incisiones o MIS (mini invasive surgery), se realiza con instrumentos de corte delicados y de última generación que efectúa incisiones de no más de 3mm. Luego, se utiliza instrumental de titanio o material bioabsorbible como ser tornillos especiales o micro placas, para ayudar a mantener los huesos en su lugar, y se coloca un vendaje acolchado.
La utilización de suturas intradérmicas, similares a las realizadas en cirugías plásticas, mejora la cicatrización favoreciendo la estética.
Subestimar un procedimiento es la base del fracaso quirúrgico. Esta no es una cirugía menor o de menor complejidad. La cirugía MIS, no permite una recuperación más rápida ni mucho menos un resultado superior a las técnicas modernas de cirugía convencional. Su gran ventaja es no dejar cicatriz quirúrgica cuando se opera por estética.
El éxito de todo procedimiento depende de un equipo quirúrgico entrenado, un procedimiento prolijo y adecuado a las necesidades del paciente, un post operatorio reglado y respetado con un fisioterapeuta “dedicado” a la rehabilitación de la patología. Con estas pautas el resultado debe ser excelente en la mayoría de los casos.
DATOS
Se calcula que entre el 39% y el 80% de las mujeres usan de manera cotidiana tacón alto.
La parte delantera del pie soporta el 57% del peso corporal con tacones de 4 cm., un porcentaje que se eleva al 75% cuando la altura de los mismos se incrementa en 2 cm.
Esta variación de porcentajes de carga en detrimento del ante pie también es la causa de las sobrecargas metatarsales y la aparición de hiperqueratosis (durezas) en la zona central, tan dolorosas como incapacitantes en muchos casos.
Según la Soc. Española de Cirugía Ortopédica y Traumatológica, anualmente se realizan cerca de 10.000 cirugías de pie, incluyendo sus diferentes niveles de gravedad.
Existen cerca de 150 técnicas quirúrgicas para operar y corregir un juanete. La elección de la técnica quirúrgica correcta según la edad, estado
físico y expectativas de cada paciente es clave.
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