Algunos tumores de ovario muy agresivos se formarían en las trompas de Falopio, según un estudio publicado en Estados Unidos, que parece confirmar lo que los oncólogos ya sospechaban desde hacía mucho tiempo.
Estos trabajos podrían permitir mejorar el diagnóstico y el tratamiento de este cáncer particularmente insidioso, ya que no presenta síntomas precoces, y está a menudo muy avanzado cuando se lo detecta.
Las trompas de Falopio son dos conductos que van de cada lado del útero hacia los dos ovarios respectivos. “La hipótesis de que el origen de algunos cánceres de ovario muy agresivos se halla en las trompas de Falopio se basaba hasta ahora en el análisis de esas trompas retiradas quirúrgicamente a mujeres con predisposición genética al cáncer de ovario”, explica Ronny Drapkin del Instituto de Cáncer Dana-Farber, en Boston (Massachusetts, noreste), principal autor de este estudio.
“Pero para demostrar de manera convincente que las células cancerosas del ovario pueden provenir directamente de las trompas de Falopio adyacentes, se necesitaba reconstituir en laboratorio sobre animales todas las etapas del desarrollo de la enfermedad y nuestro modelo de investigación aporta esa demostración”, afirma el investigador.
El tumor de ovario es el quinto más letal entre las mujeres en Estados Unidos. Todos los años mueren por esa causa 14.000 mujeres y otras 22.000 son diagnosticadas con el mal.
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