Las fresas liofilizadas podrían ser una alternativa a los fármacos para la prevención del cáncer de esófago, tercer cáncer gastrointestinal más común y el sexto causante de mayor mortandad a nivel mundial.
Según un estudio de la Universidad del Estado de Ohio, hecho público durante la reunión anual de la Asociación Americana de Investigación del Cáncer que se celebra en Orlando (Estados Unidos), seis meses de consumo de fresas es seguro y fácil de seguir y obtener resultados importantes para la salud.
Según explica Tong Chen, director del estudio, "concluimos a partir del estudio además que nuestros datos preliminares sugieren que las fresas pueden disminuir el grado histológico de las lesiones precancerosas y reducir los episodios moleculares asociados al cáncer".
La liofilización es un proceso en el que se congela el producto y una vez congelado se introduce en una cámara de vacío para realizar la separación del agua por sublimación. De esta manera se elimina el agua desde el estado sólido al gaseoso del ambiente sin pasar por el estado líquido.
El cáncer de esófago es el tercer cáncer gastrointestinal más común y el sexto entre los que causan una mayor mortalidad por cáncer en el mundo. Los investigadores estudiaban el carcinoma de células escamosas (CCE) de esófago que constituye un 95 por ciento de los casos de cáncer de esófago en todo el mundo.
Los participantes consumieron 60 gramos de fresas liofilizadas al día durante seis meses y completaron un diario dietético sobre su consumo de fresas. El uso de fresas liofilizadas fue importante porque al eliminar el agua de las frutas se multiplicaba por diez la concentración de las sustancias preventivas.
Los investigadores obtuvieron especímenes de biopsia antes y después del consumo de las fresas. Los resultados mostraron que 29 de los 36 participantes experimentaron una disminución en el grado histológico de las lesiones precancerosas durante el estudio.
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