Un tirón de orejas, es lo que pretende dar la Organización Mundial de la Salud a la población en un mensaje en el que advierte que "el mundo está a punto de perder sus curas milagrosas": los antibióticos.
DURA BATALLA. Malaria, tuberculosis, Sida, infecciones hospitalarias... Desde la aparición de los fármacos antimicrobianos en la década de los cuarenta la humanidad le ha ido ganando la batalla a las enfermedades infecciosas, principal causa de muerte de las generaciones pasadas. Sin embargo, esa guerra está dando un vuelco debido a la aparición de patógenos resistentes a los tratamientos, una situación bastante preocupante.
MAL USO DE LOS FÁRMACOS. Resistencia a los antibióticos más comunes para tratar infecciones, a los antivirales más eficaces contra el VIH y a los antipalúdicos que mantienen a raya a la malaria... la lista no tiene fin. Según el organismo internacional, el mal uso de los fármacos durante los últimos setenta años ha permitido que la lista de microbios que se han hecho fuertes a la medicación no haya dejado de crecer.
El médico cruceño, José Luis Valverde, asegura que Santa Cruz no está ajena a esta situación, ya que la gente utiliza medicamentos sin prescripción médica. "Es muy común comprar antibióticos en las farmacias sin receta médica, tales como la amoxicilina, penicilina o ciprofloxacina, entre otros. Pero el simple hecho de consumirlos de esta manera hace que los virus y bacterias se hagan más resistentes", añade, ya que cada día se reciben pacientes que requieren de un tratamiento más fuerte.
CONSECUENCIAS GRAVES. El médico aclara que la gente, por lo general, consume un medicamento de forma inadecuada, en vez de utilizarlo siete días lo hace dos o tres, dejando el tratamiento incompleto, lo que produce que el microorganismo vaya adquiriendo resistencia al organismo, provocando cada vez más medicamentos menos útiles a las enfermedades.
Por otro lado, una vez los virus y bacterias se hacen más resistentes, sólo queda buscar medicamentos que sean más potentes. "Lo que significa mayor costo de tratamiento y al utilizarlos tiene efectos colaterales, ya que es bueno para ciertas cosas pero también produce daños en ciertos órganos", dice Valverde.
SEGÚN LA OMS CADA AÑO SURGEN
440.000 casos de tuberculosis resistente en el mundo.
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