El precio más elevado del mundo para un tratamiento farmacológico es de $us 409.500. EN BOLIVIA UNA AMPOLLA PARA TRATAR EL CÁNCER LLEGA A COSTAR HASTA Bs 17.000.

En el mercado farmacéutico hay precios exorbitantes. El medicamento más caro del mundo es solaris, un tratamiento anual cuesta $us 409.500. Se trata de un anticuerpo contra la hemoglobinuria paroxística nocturna y la función del remedio es eliminar glóbulos rojos por la noche. Según la revista Forbes, en segundo lugar está elaprase, cuyo tratamiento anual requiere $us 375.000 y está diseñado contra una enfermedad que aplasta la nariz y daña el cerebro. La revista cita otros remedios y el gasto promedio supera los $us 200.000 por año. En Bolivia los medicamentos con precios más altos son los oncológicos y los de trasplantes.

Quien se somete a un trasplante necesita dos ampollas de simulect, con un costo de $us 2.200 cada una. Estos pacientes deben tomar de por vida tracolimus; una caja de 60 comprimidos cuesta Bs 1.800. Entre las drogas oncológicas más caras está el trastuzumab, que inhibe la proliferación de células tumorales; una ampolla cuesta hasta Bs 17.000. Para un ciclo de tratamiento se pueden requerir hasta seis ampollas. Docetaxel es otra droga que se usa en las quimioterapias; una ampolla de 80 miligramos cuesta Bs 2.966.

Hay un nuevo medicamento que es como el botox, pero para el uréter. Se llama deflux y se lo utiliza cuando los uréteres son demasiado anchos y la orina vuelve de la vejiga a los riñones. Su precio alcanza los $us 1.200. El uso de este medicamento evita una cirugía, que llegaría a tener un costo mayor. En Santa Cruz el médico Germán Quevedo trabaja con esta técnica.
Para el responsable de medicamentos oncológicos de Tecnofarma, Mauricio Salinas, Bolivia es el único país de la región cuyo Estado no apoya a pacientes oncológicos, mientras que en otros países cuando alguien adquiere cáncer u otra enfermedad grave, el Estado lo asume como una situación “catastrófica” y cubre al enfermo.