Los calambres nocturnos consisten en contracciones musculares benignas que surgen cuando el cuerpo está en reposo, generalmente durante la noche. Afectan a los músculos de los miembros inferiores, principalmente a los pies. Los síntomas consisten en dolores súbitos, agudos y localizados que duran entre 30 segundos y 10 minutos, sensación de rigidez en el músculo, además de una incomodidad que puede persistir durante varias horas.
Las causas de los calambres musculares nocturnos siguen desconocidas. Sin embargo, la incidencia de esta afección aumenta con la edad, durante el embarazo, después de realizar una actividad deportiva intensa y debido a una carencia en sales minerales, fibras o potasio en la dieta alimenticia cotidiana.
Cuando los calambres nocturnos no son frecuentes, no es necesario preocuparse. Además, existen diferentes remedios naturales y caseros que permiten disminuir los dolores. Asimismo, reducen la prevalencia de esta afección molestosa.
Por otro lado, cuando los calambres nocturnos son recurrentes, debes acudir a un médico, ya que algunas enfermedades pueden acarrear contracciones musculares y requieren un tratamiento inmediato para evitar complicaciones. Es el caso de las insuficiencias venosas o respiratorias, reumatismos, artritis y diabetes.
Para disminuir las dolencias
EVITAR
Las personas que sufren de calambres nocturnos deben limitar su consumo de alcohol, té, cafeína y gaseosas, ya que estas bebidas suelen incrementar la aparición de contracciones musculares. Asimismo, se recomienda no fumar. Si a pesar de estos cambios diarios, los dolores permanecen, no dudes en acudir a un médico.
ALIMENTACIÓN
Algunos alimentos y bebidas permiten reducir la prevalencia de los calambres nocturnos. Debes beber 1.5 litros de agua por día. Asimismo, se sugiere consumir víveres ricos en magnesio como el cacao, productos oleaginosos (nueces, semillas de girasol y ajonjolí, por ejemplo), mariscos, frutos secos (higo o dátil) y verduras deshidratadas.
GESTOS
No dudes en efectuar ciertos gestos cuando aparecen los calambres . En primer lugar, debes estirar el músculo para frenar la contracción muscular. Para eso, acuéstate sobre tu espalda y levanta la pierna afectada hacia tu pecho. Toma en cuenta que tiene que estar estirada para que el ejercicio sea eficaz. Mantén esta posición durante 10 segundos. Luego, realiza un masaje en tu pantorrilla con movimientos de abajo hacia arriba para facilitar la circulación.
JABÓN
Coloca un pedazo de jabón en barra elaborado con potasio en una media delgada y ubícala en la cama a la altura de tus pies. Este remedio casero es eficaz, ya que los calambres nocturnos pueden aparecer debido a un déficit celular en potasio. Durante la noche, los iones de este mineral que se encuentran en el jabón penetran dentro de la epidermis y se fijan sobre las células musculares.
PLÁTANO
Esta fruta encierra una gran cantidad de potasio. Por esta razón, las personas que padecen de calambres nocturnos deben ingerir 3 plátanos por día para incrementar el aporte de este mineral en el organismo. Sin embargo, no olvides realizar una actividad física diaria para compensar esta ingesta importante de calorías. De lo contrario, podrías engordar.
CALOR
Puedes aplicar una toalla empapada con agua caliente sobre el músculo adolorido para relajarlo e incrementar el aporte en sangre en los tejidos afectados. Déjala puesta hasta que se vuelva tibia. Repite esta acción luego de 20 minutos para prevenir su recurrencia. Si el dolor es muy intenso, efectúa un baño de pies durante media hora.
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