En la sociedad actual los índices de insuficiencia renal se acrecientan cada vez más. El Hospital de Clínicas tiene sólo 29 aparatos de hemodiálisis para tratar a más de 200 pacientes entre otros centros especializados se requiere de una seguridad social o en su defecto atención de forma privada.
Los enfermos renales de La Paz, en más de una oportunidad, se declararon en emergencia, solicitando a las autoridades en salud más equipos. Hoy se celebra el día del enfermo renal y en el medio se observan las falencias.
El director del nosocomio público de tercer nivel, Jorge Juaniquina, explicó que la cantidad de aparatos de hemodiálisis no abastece para atender satisfactoriamente a todos los enfermos renales que necesitan tratamiento. Cada paciente debe someterse al tratamiento tres veces a la semana, en sesiones de entre dos y cuatro horas.
Declaración que corroboró el director del Servicio Departamental de Salud, Henry Flores, y señaló que existe la posibilidad de realizar una refacción de la actual sala de hemodiálisis, sin embargo, no se ha podido llegar a un acuerdo con los pacientes afectados.
Por su parte, el presidente de la Asociación de Enfermos Renales de La Paz, Edwin Cutili, informó que hoy los afiliados iniciarán una vigilia para demandar mayor atención. En un acto conmemorativo a esta festividad que se realizará en el Hospital de Clínicas.
El segundo jueves de marzo se celebra cada año el Día Mundial del Riñón, una campaña dedicada a concienciar sobre la enfermedad renal, que afecta al 10% de la población adulta mundial.
La enfermedad renal crónica es la pérdida progresiva de la función renal en meses o en años. En una etapa inicial, la enfermedad no presenta síntomas y puede ser tratada. Pero en etapas más avanzada, la persona puede necesitar diálisis y hasta un trasplante de riñón.
En 2014 la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) alertaron que una de cada diez personas tiene algún grado de enfermedad renal crónica, recomendaron a los efectores realizar pruebas de detección en pacientes con alto riesgo a las autoridades en salud.
La diabetes y la hipertensión, sumadas al envejecimiento, son los principales factores de riesgo para desarrollar la enfermedad renal crónica (ERC) que, según estudios, afecta a uno de cada diez adultos en el mundo.
La ERC es la pérdida progresiva de la función renal en meses o en años: al principio la patología no presenta síntomas y puede ser tratada, pero en etapas más avanzadas la persona puede necesitar diálisis y hasta un trasplante.
En el último medio siglo, la esperanza de vida en América Latina y el Caribe creció en más de 20 años. Incluso subió en “aquellas con una o varias enfermedades crónicas y factores de riesgo”.
La prevalencia de individuos de más de 60 años con ERC pasó de 18,8% en 2003 a 24,5% en 2006, pero se mantuvo por debajo del 0,5% en aquellos de 20 a 39 años.
En América Latina y el Caribe, dos de cada tres personas mayores reportaron tener una de seis enfermedades crónicas frecuentes a esa edad: hipertensión, diabetes, cardiopatía, enfermedad cerebrovascular, artropatías o enfermedad pulmonar crónica.
Además, dos de cada tres dijeron tener al menos dos factores de riesgo dentro de los tomados en cuenta (hábito de fumar, sobrepeso o falta de actividad física rigurosa), según datos de la encuesta sobre Salud, Bienestar y Envejecimiento (SABE), dirigida por la OPS/OMS.
Para detectar la enfermedad renal crónica, los especialistas recomiendan realizarse un examen de sangre y de orina, y medirse la presión arterial, en especial entre la población en riesgo, como diabéticos, hipertensos, mayores de 65 años, quienes hayan tenido algún episodio cardiovascular, familiares de pacientes que ya sufren alguna dolencia renal, fumadores y personas sedentarias.
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