Las salchichas de dudosa procedencia que se comercializan en el mercado local, particularmente durante la temporada de San Juan podrían provocar cáncer, debido a que en su elaboración se utilizan ingredientes con alto contenido químico.
El encargado de registro y certificación de inocuidad alimentaria del Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag) Oruro, Roly Blass Herbas, recordó que muchas veces los procesadores utilizan colorantes en cantidades elevadas, los cuales pueden dañar a la salud, porque el cuerpo humano puede tolerar ciertas dosis de concentraciones de colorantes y conservantes como los nitratos y nitritos.
La recomendación que realizó Blass, es que primero la población tome en cuenta el registro sanitario que es la garantía para el consumo de un producto que ha cumplido la normativa sanitaria vigente en el país.
En el caso de las salchichas, estas deberían estar refrigeradas, además de su respectivo sello, como aspecto básico para su garantía y que su procedencia sea de un matadero con registro sanitario como requisito principal.
REVISIÓN
Blass señaló que la textura de una salchicha verdadera se reconoce al tiempo de apretarla, para que luego vuelva a su estado inicial, porque contiene carne; lo que no ocurre con un producto a granel que contiene una mayor cantidad de almidón, superior al 80 %.
Otra es la prueba del yodo que reacciona siempre con una coloración negruzca cuando entra en contacto con el almidón.
Para que éste producto sea considerado como tal, debe tener como mínimo un 13 % de proteína, eso significa un 20 a 30 % de carne y resaltó que los productos a granel no cuentan con estos requisitos y que de acuerdo a experiencias pasadas se pudo detectar que muchas de estas salchichas fueron elaboradas incluso con cartón.
Por estos antecedentes el funcionario del Senasag, recomendó que la población no consuma productos de dudosa procedencia y haga el control respectivo de la fecha de vencimiento, además de identificar cuál es el productor, ya que una vez consumido lamentablemente no existe a quien realizar la queja correspondiente.
También Blass reconoció que por una necesidad económica la población muchas veces acude a consumir productos baratos que no toman las recomendaciones de las instituciones que pretenden cuidar la salud pública.
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