La disminución auditiva ahora se presenta desde los 17 años, a diferencia de hace una década, cuando la edad promedio de pacientes con esa dolencia era 45 años, informó el director del centro AudioDigital, Raúl Coca.
Añadió que la razón para esa variación en la edad de los pacientes que visitan su consultorio se debe, en general, a la contaminación acústica ambiental y, en particular, al volumen por encima de lo adecuado en el uso de dispositivos individuales de música, como MP3, Ipods, entre otros aparatos.
AudioDigital es un centro de prótesis en tratamientos para recuperar el nivel de audición, como audífonos. Coca detalla que de un promedio de 90 pacientes que atienden cada mes, 30 tienen entre 40 y 55 años, y 60 son menores, la mayoría alrededor de los 18 años.
“Ello se debe al avance de la tecnología, todos los jóvenes que vienen (al consultorio) usan aparatos de música de uso personal y creen que mientras el volumen sea más fuerte, es mejor”, y aclara que el daño es irreversible, aunque no inmediato, ya que se manifiesta seis meses hasta un año luego de usar esos dispositivos con elevado volumen.
El fonoaudiólogo Esteban Michel detalla que el problema frecuente es hiperacusia, pérdida auditiva, que puede presentar zumbidos o dolores de cabeza con el deterioro de la audición.
El especialista señala que si bien hay traumas por contaminación acústica ambiental -vehículos, aparatos electrónicos, sistemas de sonido en televisión o cine-, ahora es común el deterioro del oído por los dispositivos de música, que elevan el nivel de decibeles hasta 120 en algunos casos, cuando lo aconsejable para el oído humano es entre 55 y 65 decibeles.
Claro que ese perjuicio depende, además, del tiempo en que se escuche ese elevado rango de volumen y en qué forma, aclara Michel: si diariamente se escucha alrededor de tres horas, el efecto se manifestará en pocos meses.
También afecta el tipo de audífono con que se escucha, ya que hay aquellos que se colocan sobre la oreja y otros que se introducen directamente al pabellón del oído. Los segundos podrían debilitar más el órgano, pero ambos maltratan ese sentido.
Recurrir a prótesis
Las causas para que una persona recurra a las prótesis auditivas son diversas, desde el cansancio auditivo -por la edad-, problemas hereditarios o causas externas -como las bocinas, los bares o las marchas-, enumera Coca.
Los especialistas coinciden en la carencia de educación acústica que prevenga los perjuicios al oído por razones externas. La gente desconoce, además, que los problemas de pérdida auditiva son irreversibles, por lo que si bien se puede evitar agravar el deterioro, no se recupera el mismo nivel de audición.
Ven en el desarrollo de la tecnología un elemento que sobre todo vuelve vulnerable a la población menor de edad. Michel considera, por ejemplo, que en las unidades educativas debería prohibirse el uso de esos aparatos personales.
Mientras que Coca sugiere que se norme de manera más estricta la contaminación acústica en las urbes, como el tráfico vehicular. Michel dice que donde más contaminación hay es en las capitales.
Generaciones con menor audición
Las generaciones futuras dentro de diez años padecerán disminución acústica más tempranamente que las actuales, estima el fonoaudiólogo Esteban Michel. Incluso su nivel auditivo al nacer podría ser menor debido a la contaminación acústica ambiental.
“No significa que el hijo va a heredar ese deterioro de los padres, sino que estará expuesto a mayor volumen en su entorno, con la música, la televisión, incluso la voz en su hogar será más fuerte”, explica.
Para él como para el director de AudioDigital, Raúl Coca, la disminución del nivel auditivo es resultado de una permanente contaminación acústica en el ambiente, que se agudiza en ciudades de mayor desarrollo urbanístico.
Dicho riesgo es mayor en esas urbes, debido a que presentan mayor actividad en construcciones, más medios de comunicación y mayor tráfico vehicular.
“Se va a dañar el oído no sólo por los vehículos o los avances tecnológicos, la alta concentración poblacional afectará”, explica el especialista.
Ello puede afectar con la permanente presencia de sonido de la gente en las calles. La contaminación presenta más decibeles de lo que se permite, por ejemplo en La Paz se establece que 80 decibeles en las bocinas es lo adecuado, pero suele haber más de 90.
Mientras que en algunos negocios, como locales nocturnos, el nivel suele llegar a los 100 decibeles.
Antecedentes
Deterioro A partir de los 45 años suelen manifestarse los problemas por cansancio auditivo, debido a la edad.
Juventud La disminución auditiva en adolescentes se debe al uso de dispositivos de música con alto volumen.
Norma Lo permitido en el entorno son 80 decibeles, pero suele haber más de 90.
No hay comentarios:
Publicar un comentario