Un proceso que permite confeccionar hebras finas de almidón podría evitar la dolorosa retirada de vendajes, y también haría posible producir papel higiénico y otros productos a precios más baratos que los actuales y de un modo más respetuoso con el medio ambiente.
Si todo sale bien y el proceso finalmente se establece a escala industrial, las empresas podrían fabricar vendajes y otros apósitos médicos con una cualidad singular: A diferencia de los vendajes tradicionales que deben ser retirados, a menudo dolorosamente, estos nuevos vendajes se degradarían en glucosa, una sustancia que el cuerpo absorbe de forma segura. Por tanto, no habría que retirarlos.
El equipo de Lingyan Kong y Greg Ziegler, de la Universidad Estatal de Pensilvania, usó un disolvente para disolver el almidón en un fluido del que es posible formar largas hebras o fibras. Estas fibras pueden ser combinadas y entrelazadas para formar hojas parecidas a pañuelos de papel, vendas y productos similares.
Como el almidón es muy abundante, resulta menos costoso que otros materiales usados en la actualidad para confeccionar fibras. La celulosa, obtenida normalmente a partir de los árboles, es una de las fuentes más comunes de polímeros. Los polímeros creados a partir del petróleo también se utilizan como materias primas. Sin embargo, el precio de la celulosa y el de los materiales creados a partir del petróleo siguen aumentando, así como los retos medioambientales actuales en los que dichas materias primas están implicadas de un modo u otro.
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