La vacuna para la gripe H1N1 está vinculada a un riesgo débil pero significativo de desarrollar el síndrome de Guillain-Barré, una enfermedad autoinmune inflamatoria del sistema nervioso periférico, según un estudio publicado en la última edición del Journal of the American Medical Asocciation (JAMA).
El doctor Philippe De Wals, de la Universidad Laval de Québec (Canadá), y su equipo llevaron a cabo un estudio para evaluar el riesgo del síndrome de Guillain-Barré (SGB) luego de una campaña de vacunación en la provincia de Québec lanzada en el otoño de 2009 tras la pandemia de la gripe A H1N1.
A finales de ese año 4,4 millones de personas habían sido vacunadas. Luego de un período de seguimiento de seis meses desde octubre de 2009 a marzo de 2010 los médicos constataron la existencia de 83 casos confirmados de SBG.
Un total de 25 personas habían sido vacunados contra el virus pandémico A H1N1. En la mayoría de los casos los síntomas aparecieron al menos cuatro semanas después de la vacunación.
El número de casos atribuidos a la vacuna era aproximadamente de dos por cada millón de dosis y el crecimiento del riesgo se observó solamente en personas de 50 años o más, según los investigadores.
El síndrome de Guillain-Barré, a menudo producido por una agresión viral, se traduce en una rápida parálisis de extremidades y facial. En los casos más graves afecta a los músculos de la respiración y la deglución, lo que representa el mayor peligro.
Los investigadores advierten de que son necesarios más estudios para confirmar los resultados.
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