Cuando se está más tiempo sin comer del que se debería y el estómago está vacío, comienza una cascada de reacciones químicas en el cuerpo que provocan respuestas fisiológicas.
El ruido se debe básicamente al movimiento de los gases y líquidos a través del tracto intestinal debido a los movimientos del mismo, conocidos como movimientos peristálticos que provocan ruidos muy audibles en el exterior, pues al estar vacío el tracto digestivo, el sonido se propaga mucho mejor.
En condiciones óptimas de salud, estos ruidos y movimientos son normales y consecuencia de los procesos digestivos y de los mecanismos de limpieza intestinales. Cuando se acumulan gases en exceso, estos movimientos los van dirigiendo poco a poco hacia su punto de salida natural.
Cuando se lleva más tiempo sin comer del que se debería y el estómago está vacío hay una cascada de reacciones químicas en el cuerpo que provocan respuestas fisiológicas que indican que es necesario comer.
Así, se liberan hormonas encargadas de despertar la sensación de hambre, estimulando impulsos nerviosos que envían una señal al cerebro. Éste lo primero que hará será enviar la orden de “limpiar” los intestinos, asimilando los últimos restos de comida que quedan. Para esto, se activan y se contraen los músculos del intestino, aumentando los movimientos peristálticos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario