Conocer cómo se propaga, los síntomas y cuál es el protocolo que debe ser ejecutado al detectar un caso son factores fundamentales para la prevención de la Enfermedad del Virus del Ébola (EVE).
La expansión letal del virus en África occidental ha puesto en alerta a todos los países del mundo después de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró "emergencia de salud pública de importancia internacional" y otros organismos advirtieran que el avance imparable podrá ser controlado en un tiempo mínimo de seis meses.
La OMS pidió recientemente a las naciones de América estar vigilantes y prepararse ante la potencial introducción del virus.
La preocupación global se debe a que la EVE, aunque no se transmite vía aérea, tiene una alta tasa de letalidad, de hasta el 90 por ciento. Es una de las infecciones más virulenta del mundo.
Bolivia también se ha sumado aunque aún la población no conoce mucho sobre la enfermedad y cómo se la previene.
El director de Servicios de Salud del Ministerio de Salud, Rubén Colque, explicó que el Gobierno tomó como primera medida instruir el control en los aeropuertos y durante viajes aéreos. Indicó que para identificar a una persona con la Enfermedad del Virus del Ébola se debe analizar los síntomas, su historia de viaje y con quiénes tuvo contacto.
El Ministerio reparte cartillas sanitarias con datos sobre la sintomatología y cuál es protocolo en caso de que se detecte a una persona que podría padecer el mal. Los pasajeros están en la obligación de informar al asistente de vuelo para que se comunique al piloto y éste a la torre de control. El posible portador de ébola, tras aterrizar su avión, debe ser conducido a una unidad médica aeroportuaria establecida específicamente para atender esta enfermedad.
Una segunda fase del protocolo exige que los centros médicos cuenten con lugares aislados para recibir a los enfermos y contar con todo lo requerido para la atención como trajes especiales. Colque indicó que en este tema han estado trabajando los Servicios Departamentales de Salud. Agregó que la vigilancia también debe hacerse en las fronteras terrestres.
El virus y la enfermedad
El ébola se transmite por contacto directo con la sangre, fluidos corporales y tejidos de animales o personas infectadas.
Los pacientes gravemente enfermos requieren cuidados intensivos. Las personas que están en mayor riesgo de infección durante un brote son los trabajadores de salud, familiares y otras que estuvieron en contacto cercano con personas enfermas y pacientes fallecidos.
El virus se detectó por vez primera en 1976 en dos brotes simultáneos ocurridos en Nzara (Sudán) y Yambuku (República Democrática del Congo). La aldea en que se produjo el segundo de ellos está situada cerca del río Ébola, que da nombre al virus, según datos difundidos por la OMS.
El género Ebolavirus es, junto con los géneros Marburgvirus y Cuevavirus, uno de los tres miembros de la familia Filoviridae (filovirus) y comprende cinco especies distintas.
Transmisión
La OMS explica que el virus se introduce en la población humana por contacto estrecho con órganos, sangre, secreciones u otros líquidos corporales de animales infectados. En África se han documentado casos de infección asociados a la manipulación de chimpancés, gorilas, murciélagos frugívoros, monos, antílopes y puercoespines infectados que se habían encontrado muertos o enfermos en la selva.
Posteriormente, el virus se propaga en la comunidad mediante la transmisión de persona a persona, por contacto directo (a través de las membranas mucosas o de soluciones de continuidad de la piel) con órganos, sangre, secreciones, u otros líquidos corporales de personas infectadas, o por contacto indirecto con materiales contaminados por dichos líquidos.
Las ceremonias de inhumación en las cuales los integrantes del cortejo fúnebre tienen contacto directo con el cadáver también pueden ser causa de transmisión. Los hombres pueden seguir transmitiendo el virus por el semen hasta siete semanas después de la recuperación clínica.
La infección del personal sanitario al tratar a pacientes con EVE es frecuente cuando ha habido contacto estrecho y no se han observado estrictamente las precauciones para el control de la infección.
Signos y síntomas
La EVE es una enfermedad vírica aguda grave que se suele caracterizar por la aparición súbita de fiebre, debilidad intensa y dolores musculares, de cabeza y de garganta, lo cual va seguido de vómitos, diarrea, erupciones cutáneas, disfunción renal y hepática y, en algunos casos, hemorragias internas y externas. Los resultados de laboratorio muestran disminución del número de leucocitos y plaquetas, así como elevación de las enzimas hepáticas, dice la OMS.
Los pacientes pueden contagiar el virus mientras éste esté presente en la sangre y las secreciones.
El periodo de incubación (intervalo desde la infección hasta la aparición de los síntomas) oscila entre 2 y 21 días.
Diagnóstico
De acuerdo con los protocolos sanitarios, antes de establecer un diagnóstico de EVE hay que descartar el paludismo, la fiebre tifoidea, la shigelosis, el cólera, la leptospirosis, la peste, las rickettsiosis, la fiebre recurrente, la meningitis, la hepatitis y otras fiebres hemorrágicas víricas.
Las infecciones por el virus del ébola sólo pueden diagnosticarse definitivamente mediante distintas pruebas de laboratorio.
Colque explicó que en Bolivia no hay laboratorios que puedan realizar el test, por lo que si hubiera la necesidad de hacer análisis de muestras de potenciales enfermos con ébola éstas tendrían que ser enviadas a Estados Unidos o Canadá.
Las muestras de los pacientes suponen un enorme peligro biológico, y las pruebas tienen que realizarse en condiciones de máxima contención biológica.
Prevención y tratamiento
No hay vacuna contra la EVE. Se están probando varias, pero ninguna está aún disponible para uso clínico.
Los casos graves requieren cuidados intensivos. Los enfermos suelen estar deshidratados y necesitan rehidratación por vía intravenosa u oral con soluciones que contengan electrólitos. Tampoco hay ningún tratamiento específico, aunque se están evaluando nuevas opciones.
A falta de un tratamiento eficaz y de una vacuna humana, la OMS resalta que la concienciación sobre los factores de riesgo de esta enfermedad y sobre las medidas de protección que las personas pueden tomar es la única forma de reducir el número de infecciones y muertes humanas.
Agrega que los mensajes educativos de salud pública para reducir los riesgos deben centrarse en varios factores y no descuidar ninguno de ellos a la hora de ejecutar medidas concretas de prevención.
Los Mecanismos de detección deben ser efectivos
En un escenario como el actual en países de América, en el que lo mas probable es la introducción de pocos casos, es importante que los mecanismos de detección, a fin de evitar la diseminación posterior del ébola, sean muy sensibles.
Los mecanismos deben actuar de manera que ante la menor sospecha de que un individuo pueda estar infectado se reporte esta situación a las autoridades de salud pública y a la comunidad internacional, aconseja la OMS.
El historial de viaje y de contactos son claves
Para la identificación de un caso importado de infección por el virus, dice la OMS, se deberá tomar en cuenta tanto las manifestaciones clínicas, la historia de viaje y la de exposición reportada por el paciente u obtenida a través de la investigación epidemiológica.
La detección de estos eventos inusuales de salud posiblemente asociados con la introducción del ébola puede ocurrir en diferentes puntos por lo que es importante que el personal en todas las áreas esté debidamente capacitado e informado.
El sistema de salud tiene que estar preparado para la atención de casos
Debido a que los pacientes con sintomatología compatible con la Enfermedad del Virus del Ébola pueden ser detectados en diferentes niveles de atención del sistema de salud o en los puntos de entrada al país, los casos sospechosos deberán ser manejados aplicando las precauciones estándares para el control de infecciones de la OMS.
El paciente debe ser transferido y manejado en un establecimiento de salud designado el cual debe cumplir con las siguientes características: condiciones para el aislamiento por contacto; provisión adecuada de equipos de protección personal y personal de salud capacitado en prevención y control de infecciones.
Idealmente, dice la OMS, se deberá mantener a los pacientes en habitaciones individuales; en caso de que esto no sea posible, se deberá colocar a estas personas separadas aunque estén en una misma habitación.
El país deberá considerar el contar con un número de establecimientos de salud preparados para una emergencia, según su administración geográfica y administrativa.
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