viernes, 28 de agosto de 2020

Preocupaciones de embarazada: lactancia materna en tiempos de COVID-19

¿Es seguro amamantar al bebé si la mamá contrajo el SARS-CoV-2? ¿Cómo proteger al neonato para evitar la infección? El coronavirus llegó a sumarse a la lista de dudas, que surgen durante el proceso de gestación.
Desde el momento en el que las mujeres dan positivo al test de embarazo, comienzan ciertas dudas, miedos o preocupaciones, propios de esta etapa, más aún si se trata de madres primerizas. A ello se suma un nuevo factor que genera incertidumbre: los posibles efectos del coronavirus en los periodos de gestación y lactancia.
En esta época, una de las dudas más comunes se ha generado en torno a si es seguro amamantar o alimentar al bebé con leche materna extraída, cuando hay sospechas o infección del SARS-CoV-2 en la progenitora. Las principales sociedades científicas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Unicef y la Liga Internacional de la Leche (LLI), coinciden en que la respuesta es que sí, es decir, las mamás pueden continuar con este proceso, aunque deben tener ciertas precauciones.
Consejos para el proceso de lactancia, cuando existe sospecha o confirmación de contagio de la madre
En estos casos, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) sugieren que el primer paso es cuidar a madre e hijo por separado, pero seguir alimentando al bebé con leche materna extraída. En caso de no poder hacerlo, amamantar sigue siendo la alternativa principal, tomando todas las medidas de bioseguridad posibles.
La experta Lilliam Marín Arias, miembro del Instituto de Investigaciones en Salud de la Universidad de Costa Rica, indica: “Más que un alimento para los bebés, la leche materna es un escudo protector contra gran cantidad de infecciones respiratorias provocadas por virus o bacterias. Por ello, como una forma de protegerlos contra el COVID-19, es indispensable que las madres no dejen de amamantar a sus niños”.

¿Puede transmitirse el COVID-19 a través de la lactancia materna?

Según la OMS hasta la fecha no se ha detectado la presencia del SARS-CoV-2 en la leche de madres con sospecha o confirmación de tener coronavirus. Por lo tanto, es poco probable que el virus pueda transmitirse al amamantar o a través de la leche materna extraída de una mujer infectada.

¿Qué cuidados se deben tener, cuando se alimenta al neonato con leche extraída?


  • Lavar las manos, de la madre o de quien la ayude, antes de sustraer la leche o de tocar cualquier pieza que se utilice, como un extractor o recipiente. Estos elementos deben ser higienizados, después de cada uso obligatoriamente.
  • El bebé debe ser alimentado por una persona sin síntomas, ni infección de COVID-19 y, por supuesto, con quien se sienta cómodo.
  • Si por algún motivo, la madre no tiene leche, se puede acudir a un banco de leche para obtener este valioso alimento.
  • En caso de que tanto la extracción, como la donación de leche materna, no sean viables, existe la posibilidad de recurrir a la leche de fórmula. Para ello, es muy importante elegir un producto completo, que contenga prebióticos GOS/FOS, DHA, ARA, proteínas, nucleótidos, vitaminas, minerales, oligoelementos, es decir que aporte todos los nutrientes que el bebé necesita.

¿Cómo proteger al bebé de la infección?

Los expertos recomiendan algunas medidas de bioseguridad para cuidar la salud y bienestar de madre e hijo mientras se amamanta:

  • La mamá debe usar barbijo.
  • Lavarse las manos regularmente con agua y jabón, o soluciones alcohólicas antes de tocar al niño, extractores o biberón.
  • Evitar tocar la cara con las manos, especialmente boca, nariz y ojos, mientras amamanta.
  • Evitar compartir comida u otros objetos sin limpiarlos adecuadamente.
  • Si es posible, acudir a la ayuda de un tercero para que alimente al bebé con leche extraída de la mamá.


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