martes, 27 de febrero de 2018

Gripe y resfríos

Lo usual es asociar el catarro, la gripe y el resfrío a males del invierno, pero no dejan de ser una preocupación en verano, pese al calor existente éstos se propagan con rapidez entre los escolares por contagio de estornudos, tos o manos contaminadas con el virus.

La pediatra María Zalet de Tejerina explica que la gripe y el resfrío son enfermedades infecto contagiosas provocadas por virus y, por lo general, están relacionadas con el frío invernal, pero en verano, el hacinamiento en lugares cerrados es un factor que predispone al contagio de virus en los más pequeños.

Por otra parte, los cambios bruscos de temperatura en verano son la principal causa de las gripes y resfríos.

“El paso del calor al frío y viceversa es el principal responsable de que el organismo esté en alerta. Lo que puede provocar alteraciones como: irritación de las mucosas nasales lo que facilita la entada de los rinovirus, metaneumovirus, coronavirus y adenovirus, entre otros”, explica la pediatra.

La especialista indica que muy pocas veces se realiza un diagnóstico del tipo de virus que afecta a los pacientes, en particular porque sólo Inlasa es el centro que los realiza y por los elevados costos que significa para la población. Sin embargo, en casos especiales el médico lo solicita si el problema persiste.

SÍNTOMAS

Los signos más frecuentes de la presencia en un resfrío son nasales (congestión, estornudos, etc.), tos y ojos irritados que pueden durar entre 3 a 4 días.

En cambio, cuando es gripe hay estornudos, secreción nasal transparente, dolor de garganta, dolor de cabeza, dolor de cuerpo. Y en algunos casos, estos cuadros se complican con compromiso de dolor óseo intenso que evita la realización de actividades y va acompañada de una fiebre elevada.

La pediatra asegura que el grupo más vulnerable son los niños menores de 5 años y aquellos en edad escolar.

Particularmente, los bebé prematuros son los que tienen cierto grado de desnutrición y, peor aún, cuando tienen problemas hematológicos habría una enfermedad de base.

“La madre pasa a través de su leche anticuerpos al bebé que lo protegen por un tiempo, pero llega un momento en el que la cantidad de virus es tan grande, que sobrepasa el sistema de defensa, provocando una gripe o resfrío. Solo una buena alimentación y la aplicación de vacunas puede contribuir a combatir estos padecimientos”, afirma la pediatra.

TRATAMIENTO

No existe una cura milagrosa para la gripe, lo que se hace es combatir las molestias utilizando vaporizador o nebulizador, para descongestionar las fosas nasales y expulsar las flemas que pudieran haberse acumulado. Y en el caso de los bebés, se debe recurrir al suero fisiológico.

Para una pronta recuperación, la pediatra sugiere tomar bastante líquido tibio, reposo en cama, una buena alimentación y evitar el uso de antigripales, porque no existe una fórmula mágica para curarla. En caso de complicaciones en garganta y temperatura elevada se debe acudir a consulta médica.

La especialista asegura que la fiebre, la secreción nasal y la tos son mecanismos de defensa que tiene el cuerpo, y estos se activan frente a los agentes de contagio, pues se eleva la temperatura corporal, hay estornudos acompañados de secreciones y se expulsa flemas.

PREVENCIÓN

Hay recomendaciones que no deben dejarse de lado en ninguna temporada, para evitar la propagación de los virus y estar más saludables durante todo el año.

- Lactancia materna en los menores de 6 meses.

- Alimentación equilibrada de fruta y verdura

- La higiene de las manos es vital para evitar el contagio.

- Tener el cuidado de cubrirse la boca antes de toser.

- Botar en el basurero los pañuelos desechables utilizados.

- El uso de barbijo en caso de gripe o resfrío.

- Evitar el hacinamiento en lo posible.

domingo, 11 de febrero de 2018

Surgen iniciativas de normar la venta de comida chatarra


Chile le declaró la guerra a la comida chatarra. Desaparecieron al tigre Tony y al guepardo antropomórfico Chester. Prohibieron la venta de dulces como Kinder Sorpresa, que atraía a los más jóvenes con ‘baratijas’.

El detonante fue la alta tasa de obesidad que se disparó en ese país, que registró un 63% de los chilenos adultos padeciendo de obesidad o sobrepeso, lo que, según el índice de la FAO, es la segunda tasa más alta, solo superada por México (64%).

Más grave aún, un estudio del Ministerio de Salud de Chile refleja que el 50% de los chicos de seis años registra sobrepreso, lo que representa una de las tasas más altas del mundo, con tendencia al alza entre los niños de tres y cinco años.

Ante esta situación, se estableció una serie de restricciones en la publicidad, rediseños obligatorios de los empaques y reglas sobre los etiquetados; para 2019 se prevé que esos anuncios ni siquiera aparezcan en televisión, en la radio o en salas de cine entre las seis de la mañana y las diez de la noche.

La ‘guerra’ se inició en 2016 y aunque datos recientes reflejan que los índices aún no disminuyen y que faltan años antes de que se modifique la forma de alimentarse de la población, tal como refleja un reportaje del New York Times, los expertos aseguran que son medidas que urgen comenzar en la región.

Las repercusiones
Para la presidenta del Centro de Atención y Prevención de la Diabetes, Mayoka Durán, este tipo de políticas de salud pública son necesarias y acordes con otras regiones y se espera que tengan su influencia en el país.

“En Argentina se han adoptado varias, por ejemplo, alejar el salero y el azúcar de la mesa; mientras que en México subieron el impuesto a las sodas azucaradas”, indicó Durán.

Sin embargo, advirtió de que estas medidas deben venir acompañadas de una campaña de concienciación. “Se debe concienciar a padres e hijos. Es una cadena y debemos tomar ejemplo de estos países”, agregó.

Por su parte, la responsable del Programa de Enfermedades no Transmisibles del Sedes, Angélica Fierro, recordó que los datos más recientes indican que en Santa Cruz el 30% de los habitantes sufre de obesidad, que es una condición que también afecta a los niños por los malos hábitos alimenticios.

Reconoció que solo se ha encarado cierto tipo de campañas, como el Plato Boliviano, que promueve que el plato de comida debe contener un 50% de verduras, un 25% de hidratos de carbono (papas, arroz, pan, choclo u otros) y otro 25% de proteínas (carne, huevos, legumbres y frutas secas).

Sin embargo, consideró que lo que se requiere es una normativa departamental que pueda constituirse en un referente a escala nacional, para lo cual aseguró que ya se trabaja en coordinación con el municipio cruceño.

El secretario de Abastecimiento y Servicios, Fernando Antelo, explicó que la jurisdicción del municipio es del control de los alimentos preparados en centros de comida, mientras que los alimentos importados (cereales, enlatados y otros) son competencia del Senasag.

“Se debe encarar una campaña de concienciación, porque hay muchos alimentos envasados con una alta concentración de químicos y conservantes”, dijo.

El representante del municipio señaló que, en particular en los colegios, espera que se consuman más verduras y menos carbohidratos.