LOS HONGOS EN LOS PIES SON MUY COMÚNES | A MEDIDA QUE AUMENTA LA EDAD, LA INCIDENCIA ES MAYOR. DE HECHO, EL 50 POR CIENTO DE LAS PERSONAS MAYORES SE VEN AFECTADAS.
Los hongos en los pies son dermatofitosis, comúnmente llamadas tiñas, son un conjunto de micosis superficiales que afectan a la piel, específicamente a la epidermis y sus anexos como uñas y pelo.
La tiña de las uñas, llamada onicomicosis, es una infección superficial de diminutos organismos parásitos, que no son ni plantas ni animales. Los hongos prosperan en ambientes húmedos y cálidos y se alimentan de la queratina, que es la proteína principal de las uñas, el cabello y la piel”, explica Patricia Espinoza, especialista en Pedicura Clínica.
LA CAUSA
“Las causas para la reproducción de los hongos son la exposición a la humedad y la humedad en sí. Los hongos se desarrollan muy bien en los ambientes cálidos y húmedos y crecen en piscinas, duchas y saunas públicos”, dice la experta.
Caminar descalzo en ambientes de alto riesgo como barro, arena, agua sucia, piso de vestuarios, entre otros, puede producir el contagio.
“Los hongos en las uñas no son hereditarios pero si un miembro de la familia tiene onicomicosis o tiña, otros también pueden contraer la enfermedad debido al uso de la misma ducha o compartir artículos personales como toallas, corta uñas, lima de uñas y zapatos, entre otros”, indica.
“Los lugares más comunes para el contagio de hongos son las uñas, espacios interdigitales, cuero cabelludo y en cualquier zona lampiña”, explica.
“En Bolivia es bastante común, ya que aproximadamente el 35 por ciento de la población la padece y hay un porcentaje muy elevado que no sabe que lo padece”, dice.
“Si los hongos no son tratados a tiempo, producen cuadros clínicos muy variados desde síntomas leves hasta lesiones inflamatorias intensas de alto riesgo en la piel. En cuanto a las uñas, se puede ir contagiando a las otras uñas y por último se puede perder la uña. Las consecuencias a largo plazo, dependiendo del sistema inmunológico del afectado son: la disminución de las defensas, mayor aumento de enfermedades infecciosas, artritis, dolores articulares, problemas de circulación y daño por lesiones de gangrena”, dice.
SÍNTOMAS Y TRATAMIENTO
Entre los síntomas más comunes en la piel, está el picazón, el mal olor, la transpiración y el enrojecimiento. En cuanto a las uñas, éstas se vuelven más gruesas y cambian a un color amarillento”, explica.
El tratamiento consiste en atacar los hongos con píldoras, cremas y desinfectantes. Este tratamiento requiere de mucha paciencia y constancia y dura alrededor de ocho meses a un año.
“Para prevenir los hongos es importante secarse muy bien los pies, utilizar sandalias y no prestarse prendas ajenas”, concluye Espinosa.
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