El uso de lentes ópticos en menores a temprana edad, se ha incrementado por diferentes factores y los estudios revelan que siete de cada diez menores requieren usar anteojos, afirmó el oftalmólogo, Luis Pereira.
El galeno explicó que los factores, en muchos casos, son heredados de padres con altos niveles de miopía o con medidas de más de 5 o 3 de biometría. Un factor de riesgo es frotarse los ojos que por los cambios climáticos causan en los menores la conjuntivitis, que pueden dar origen al astigmatismo.
“El uso de lentes está relacionado a la ayuda que se le debe brindar al menor y recomienda realizar un primer estudio oftalmológico, por lo general, a partir de los cinco años, etapa que el niño puede reconocer letras y dibujos”, explicó.
Sin embargo, cuando existe una patología oftalmológica de base se debe identificar lo antes posible como el caso de las cataratas congénitas, que son tratadas en el Instituto Nacional de Oftalmología (INO) donde tras una intervención quirúrgica, el paciente, debe utilizar un lente especial como terapia visual, lo mismo pasa en niños con diagnóstico de estrabismo (Desviación de la línea visual normal de uno de los ojos, o de los dos), ellos requieren un lente para fortalecer los músculos para evitar mayor desviación.
Una vista saludable es elemento fundamental en el desarrollo de un niño. Los ojos en los menores debieran someterse a revisiones regulares, porque muchos problemas de la vista y enfermedades oculares se pueden detectar y tratar muy pronto a corta edad.
INO EN LAS ESCUELAS
En un estudio que realizó el INO, en algunas unidades educativas de las ciudades de La Paz y El Alto, detectó que: “En un curso de la ciudad de El Alto, por ejemplo, de un total de 30 estudiantes se identificó a 22 que requerían el uso de lentes ópticos ya sean de mayor medida, menor o descanso”, explicó.
Uno de estos problemas visuales es el astigmatismo, que es una anomalía o defecto del ojo que consiste en una curvatura irregular de la córnea, lo que provoca que se vean algo deformadas las imágenes y poco claro el contorno de las cosas. Fue una de las patologías más frecuentes, aseguró el galeno.
También, se identificaron miopías (visión corta) entendida como un error refractivo, lo que significa que el ojo no refracta la luz correctamente y enfoca los objetos borrosos.
En El Alto, se visitó 15 Unidades Educativas y en La Paz ocho. Participaron padres de familia, maestros y estudiantes en control visual y se hizo recomendaciones y capacitación a profesores para identificar problemas de índole visual.
“Hemos capacitado a los maestros en la toma de agudeza visual, identificación de problemas oculares, los padres de familia recibieron las recomendaciones y 80% de los estudiantes accedió a realizarse los controles”, dijo.
VISTA REGULAR
Pereira recomendó realizar revisiones del aparato visual de los hijos desde el primer año de vida. “Todos los bebés deben someterse a revisiones sistemáticas”.
Cuando tengan aproximadamente tres años y medio, los niños deben someterse a pruebas oculares de cribado y de agudeza visual (que evalúan la nitidez de la vista) realizadas por un pediatra o un médico de familia.
Alrededor de los cinco años, los niños deben someterse a una revisión de la vista y de la alienación ocular realizada por un Pediatra o Médico de familia. Alguna de estas revisiones debe ser realizada por un oftalmólogo pediátrico.
A partir de los cinco años, la revisión visual debe ser como parte de la atención primaria y bastante atención debido a la posible aparición de síntomas como cruzar los ojos (bizco) o tener frecuentes dolores de cabeza. (En muchas ocasiones, los maestros del niño se dan cuenta de que no ve bien en la clase).
Los niños que utilicen anteojos o lentes de contacto recetados por un médico deben someterse a revisiones anuales, llevadas a cabo por un oftalmólogo que pueda detectar posibles cambios en la medición visual del paciente.
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