jueves, 28 de noviembre de 2013

Mantén tu memoria intacta

No existe una sola memoria como lo comúnmente pensado. La memoria sensorial consiste en la que percibe la información exterior. Sirve para mantener toda la información percibida por nuestros sentidos durante un tiempo muy corto antes que ésta acceda a otro tipo de memoria. La de corto plazo retiene los elementos de manera temporánea. Es un pasaje esencial hacia la de largo plazo. La memoria de trabajo manipula el contenido que se ubica en la de corto plazo. De hecho, se trata del tratamiento de la información.

Por otro lado, la memoria a largo plazo permite acordarnos de recuerdos alejados, los cuales no son accesibles constantemente y requieren un esfuerzo para consolidar los elementos. Luego, encontramos la explícita, dividida en la semántica y la episódica. La primera contiene las informaciones acerca de nuestros conocimientos generales, mientras que la segunda encierra los elementos que hemos vivido personalmente. Ésta es asociada a un tiempo y lugar preciso. En cuanto a la memoria implícita, se refiere a los procedimientos que hemos aprendido de forma inconsciente como, por ejemplo, las habilidades motrices.

Datos interesantes de nuestro cerebro

LÓBULOS

Actualmente, no se puede indicar el lugar exacto donde se encuentran las memorias en el cerebro. El lóbulo frontal es la sede de la codificación y recuperación. El lóbulo temporal almacena la información que se conserva en la memoria a largo plazo.

OTRAS ZONAS

El hipocampo es responsable de la consolidación de nuestros recuerdos. La amígdala, ubicada debajo del hipocampo, es importante también en este proceso, ya que asocia la información con la emoción apropiada, lo que puede favorecer su recuperación.

QUÉ CONSUMIR PARA PRESERVARLA
CAFÉ

Mejora el rendimiento cerebral, mayormente nuestras capacidades para codificar la información. También aumenta nuestra concentración. Se recomienda consumir 1 o 2 tazas de café para empezar a sentir sus efectos. Toma en cuenta que un consumo excesivo puede provocar nervosidad, taquicardia o temblores. Si no te gusta el sabor de esta bebida, la puedes remplazar por un té o un soda que contenga cafeína.

PAN

Los glúcidos complejos que contiene son indispensables para proveer glucosa al organismo, la cual consiste en un carburante de las células nerviosas. El cerebro consume alrededor de 60 por ciento de las reservas de glucosa de nuestro cuerpo. Asimismo, el pan es rico en vitaminas del grupo B, las cuales son esenciales para el funcionamiento cerebral óptimo. Encuentra también estos componentes en el arroz, pastas y cereales completos.

CHOCOLATE

Según investigaciones científicas, una carencia de magnesio acarrea un rendimiento mnémico más bajo. Asimismo, el chocolate es una fuente importante de magnesio. Por lo tanto, puedes consumir el negro para evitar las pérdidas de memoria.

FRUTILLAS

Tienen muchos antioxidantes, los cuales son útiles para combatir los radicales libres que dañan las células. Además, son ricas en vitamina C, esencial para mantener nuestra memoria en un nivel óptimo y favorecer la absorción del hierro por el organismo.

HÍGADO

Es una fuente rica de vitaminas del grupo B y de hierro, los cuales son implicados en el funcionamiento de la memoria. Lo ideal es combinar el consumo de hígado con riñones y leguminosas. Estas últimas contienen una gran cantidad de vitamina C, las cuales incrementan la asimilación del hierro en el organismo. Si no eres fanático de estos alimentos, los puedes remplazar por morcilla, carne roja, pescado, mariscos o huevos.

PESCADO

La membrana de las neuronas participa en la transmisión de las informaciones. Está constituida por 2/3 de ácidos grasos poliinsaturados, llamados también omega 3. Es esencial consumir una gran cantidad de estas grasas para que nuestra memoria funcione adecuadamente. Opta por las sardinas o el salmón. Además, un régimen rico en omega 3 suele frenar el envejecimiento y optimizar las facultades mnémicas.

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