jueves, 19 de junio de 2014

Reduce molestias del acúfeno

El acúfeno consiste en una sensación auditiva anormal percibida en la oreja o en la cabeza de una persona sin ninguna fuente sonora exterior. Corresponde a un sonido agudo como un silbido en algunos casos y grave en otros. Es un síntoma que tiene diversos orígenes y no tiene relación con las alucinaciones psíquicas. Se distinguen dos tipos de acúfenos. En primer lugar, encontramos los acúfenos objetivos, los cuales pueden ser percibidos por quien los padece y por las personas que lo rodean, su origen suele ser vascular. Generalmente, son detectables por el estetoscopio del médico. En cuanto a los subjetivos, son notados solamente por el paciente y su origen puede ser funcional. Este tipo de acúfenos se presentan en la mayoría de los casos.

Se estima que aproximadamente el 15 por ciento de la población mundial es afectada por los acúfenos. Según los profesionales en neurociencia, el acúfeno resulta de la producción de una señal nerviosa anormal en las vías auditivas, la cual es interpretada como un ruido cuando llega a la corteza auditiva del cerebro. Este silbido puede pasar desapercibido o ser muy molestoso según las personas, ya que la percepción del acúfeno depende del sistema neurovegetativo del paciente afectado y de la carga emocional relacionada.

DIFERENTES opciones de terapia

FITOTERAPIA

Algunas plantas utilizadas en fitoterapia pueden ayudar a tratar los acúfenos de origen vascular y limitar la ansiedad asociada a esta molestia. El ginkgo suele reforzar la circulación en el cerebro. Si el paciente está muy nervioso con palpitaciones y sudor, se recomienda consumir espino blanco, el cual puedes encontrar en aceite esencial. Asimismo, cuando los acúfenos provocan insomnio o depresión, se aconseja ingerir infusiones de pasiflora. Sin embargo, las mujeres embarazadas y los niños menores de 6 años no pueden consumir estas plantas sin previo aviso médico.

AROMATERAPIA

Permite aliviar el estrés y activar la circulación sanguínea. Esta terapia utiliza las virtudes de los aceites esenciales para tratar diversos trastornos físicos y psíquicos. Puedes optar por aceite esencial de menta para reducir las tensiones en el cráneo o de estragón para calmar el estrés. Sin embargo, no dudes en acudir a un especialista.

SOFROLOGÍA

Ayuda a manejar óptimamente el estrés provocado por los acúfenos. De hecho, los pacientes suelen tener ideas negativas y pensamientos parásitos, los cuales generan ansiedad y tensiones internas. La sofrología realiza trabajos respiratorios y ejercicios dinámicos para obtener una relajación muscular notable.

ACUPUNTURA

Esta técnica alivia los efectos secundarios de los acúfenos, ya que provee una relajación del sistema nervioso gracias al restablecimiento de las energías. Según los expertos, la acupuntura es particularmente eficaz si los acúfenos se acompañan de insomnio o trastornos neurovegetativos, los cuales se manifiestan por el aumento del ritmo cardíaco, respiración, presión arterial y transpiración.

REFLEXOLOGÍA

Contribuye a mejorar el manejo de las emociones y así, focalizarse menos sobre las molestias provocadas por los acúfenos. La reflexología consiste en realizar presiones sobre las diferentes zonas del pie o rostro para aliviar algunos trastornos. Actúa sobre el sistema límbico, brindando relajación y relajamiento muscular.

HIPNOSIS

En la mayoría de los casos, los acúfenos consisten en una molestia intolerable para los pacientes. Los ejercicios de hipnosis pueden ayudar a reducir la intensidad de los acúfenos. Según los expertos, permiten que el paciente incorpore este ruido y lo acepte como cualquier otra percepción. Esto ayuda a vivir mejor. Generalmente, se necesita aproximadamente 3 sesiones para obtener un resultado notable. Sin embargo, es primordial acudir a un profesional. Puedes combinar la hipnosis con otra terapia para tener mayores resultados y sentirte bien.

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