jueves, 5 de noviembre de 2015

Bolivia redujo en un 90% los casos de malaria en su territorio


En los últimos 16 años, Bolivia redujo en un 90% los casos de malaria a nivel nacional, lográndose un descenso paulatino cada año desde 1998 cuando se reportaban 74.350 casos y en la actualidad se contabilizan menos 7.401 casos, según reportes del Programa Nacional de Control de la Malaria (PNCM).
Bolivia cuenta con un Plan Estratégico Nacional de Malaria (PEN) 2015 - 2019 del Programa Nacional de Control de la Malaria (PNCM) del Ministerio de Salud de Bolivia. El Programa viene desarrollando actividades a lo largo de 56 años en el control y la vigilancia de la malaria en zonas endémicas del territorio nacional.
Con motivo del Día Mundial de la Malaria 2015, que se celebra este 6 de noviembre, y de acuerdo con este esfuerzo consolidado de la comunidad global de la malaria para resaltar los éxitos reportados y los desafíos pendientes en el control de la malaria en la actualidad, la región de las Américas está adaptando el lema: "Invertir en el futuro. Derrotar la malaria” para conmemorar esta fecha.
En Bolivia, la malaria es causada por dos especies parasitarias en particular, Plasmodium vivax y Plasmodium falciparum, cuya frecuencia de casos es analizada a nivel nacional por especie y por año, siendo la tendencia descendente para ambas. La malaria es una enfermedad que sin tratamiento oportuno puede llegar a causar la muerte. La forma clásica de manifestación en el organismo son "fiebre, sudoración y escalofríos" que aparecen 10 a 15 días después de la picadura del mosquito.
El número de casos por municipio de infección, para el 2013 destaca que el 96 % de los casos de Plasmodium falciparum se presentan en el municipio de Guayaramerín, en el departamento de Beni. En el caso de Plasmodium vivax, la distribución es más dispersa a través del territorio nacional aunque disminuye el número de municipios pasando de 96 municipios con transmisión activa en el 2010 a 56 municipios en el 2013.
Este descenso se encuentra en relación directa al mejoramiento en el diagnóstico precoz, tratamiento específico y oportuno, adherencia al tratamiento y en el incremento de las acciones preventivas y de control que realizaron los profesionales y las autoridades de salud del país.
En 2010 el Programa Nacional de Control de la Malaria de Bolivia llevó a cabo la distribución masiva de mosquiteros impregnados con insecticidas de forma gratuita a población general, mujeres embarazadas y zafreros de castaña.
En 2013, frente a los resultados de estudios de no susceptibilidad de los mosquitos transmisores de la malaria en Guayaramerín se determinó por primera vez en la transmisión vectorial de la malaria urbana en esa región, el uso del insecticida Carbamato Bendiocarb para el Rociado Residual Intradomiciliario (RRI) y mejorar así el control vectorial en una de las zonas de mayor incidencia del país.
En las Américas, entre el 2000 y el 2013, los casos confirmados de malaria han disminuido en un 64% y las muertes relacionadas por la malaria en un 78% en los 21 países de la región donde la malaria es endémica. Trece países han alcanzado el ODM de las Naciones Unidas referente a la malaria, y está previsto que otros cinco también alcancen esta meta a finales del 2015.
En consecuencia, se ha registrado un creciente interés y apoyo a la aceleración de las actividades de eliminación de la malaria en la región de las Américas.

DATOS COMPLEMENTARIOS:

• Durante la última década, el mundo ha hecho grandes progresos en la lucha contra la malaria.
• Desde el 2000, se han evitado más de 3.3 millones de muertes por malaria y las tasas de mortalidad se han reducido en un 47% globalmente.
• Por otra parte, 64 países donde aún existe transmisión ahora están en camino de cumplir la meta del Objetivo de Desarrollo del Milenio referente a la reducción de la incidencia de la malaria (entre el 2000 y el 2015); 55 de ellos están en camino de alcanzar la meta de la Asamblea Mundial de la Salud y de la Alianza para Hacer Retroceder el Paludismo de reducir la incidencia de malaria en un 75% para el 2015.
• Durante la última década, las inversiones en prevención y control del paludismo han creado un impulso sin precedentes que ha salvado cientos de miles de vidas. Un esfuerzo concertado de los gobiernos, organismos internacionales, donantes, organizaciones de investigación y de la sociedad civil, ha dado lugar a la reducción de un tercio de la tasa de mortalidad por malaria en el continente africano.
• Pero estos logros son frágiles. Se calcula que 3300 millones de personas corren el riesgo de sufrir la malaria, y que 1200 de ellos corren un gran riesgo. En el 2013, la cifra calculada de casos de malaria en todo el mundo ascendía a 198 millones, calculándose que murieron aproximadamente 584 000 personas en el 2013 por esta causa. Es de vital importancia que los esfuerzos se expandan a través de un mayor compromiso político nacional e internacional y una mayor inversión en la prevención de la malaria y las herramientas de control. Los esfuerzos de investigación y desarrollo también deben ser ampliados para desarrollar nuevas y mejores herramientas, en particular para luchar contra la resistencia a los medicamentos y a los insecticidas.
En las Américas, el logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio específicos de malaria para el año 2015 supone:
• Descenso de 1,15 millones de los casos de malaria anuales en el año 2000 a 575.000 en el año 2010 (50% de reducción) y 287.000 en el 2015 (reducción adicional del 25%).
• Reducción de las muertes por malaria de 348 en el año 2000 a menos de 174 (50% de reducción) y a menos de 87 en el 2015 (reducción adicional del 25%).
A nivel mundial y en las Américas:
• El control eficiente y la eliminación de la malaria están íntimamente ligados al fortalecimiento de los sistemas de salud. Un sistema de salud fortalecido puede ofrecer intervenciones eficaces, seguras y de calidad, cuando y donde sean necesarias y garantizar el acceso a la información de salud de una manera confiable y eficaz sobre la vigilancia de la enfermedad. Al mismo tiempo, la integración del tratamiento, la prevención y la vigilancia del paludismo con los programas y actividades de salud existentes en los países endémicos, asegurará que los fondos asignados para el control del paludismo contribuyan al desarrollo, expansión y mejora continua de los sistemas nacionales de salud.
• La comunidad internacional ha reconocido la importancia del fortalecimiento de los sistemas sanitarios en la lucha de las principales enfermedades relacionadas con la pobreza en los países más pobres del mundo.

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