viernes, 18 de abril de 2008

FRACTURAS DEL TERCIO INFERIOR: FRACTURA DEL MAXILAR INFERIOR (I)


El maxilar inferior tiene dos singularidades:

1. Es el único hueso móvil del esqueleto facial.
2. Es el único hueso del esqueleto facial que no se articula con los otros huesos de la cara, es decir lo único que hace este maxilar inferior es tomar contacto con los maxilares superiores a través de las arcadas dentarias, puesto que su punto de articulación no se da con los huesos de la cara sino más bien se da con la base del cráneo a través de la escama del hueso temporal.

Entonces esas dos circunstancias, la movilidad del hueso y el contacto que toma con los otros huesos faciales han de ser vitales de suma importancia para poder diagnosticar esas lesiones, si se rompe el hueso naturalmente su movilidad se va alterar y en su posición de contacto también se a de alterar.

El maxilar inferior tiene una articulación de tipo bicóndilea con la base craneal a través del cóndilo del maxilar inferior y el cóndilo del arco cigomático, arco cigomático y cóndilo son los dos elementos articulares más la cavidad glenoidea de la escama del hueso temporal, este punto articular es quizás el punto más importante del esqueleto de la cabeza ósea ¿Por qué razón? Porque es el motivo del movimiento del hueso y bien sabemos que el movimiento del hueso nos sirve para la masticación fundamentalmente, una de las grandes funciones que tiene la cara.

Si vemos al maxilar inferior y vemos su rama ascendente notamos que en los extremos más superiores de la rama ascendente existen dos elementos importantes uno posterior que es el cóndilo que ya hemos mencionado y otro anterior que se llama la apófisis coronoides, esa apófisis coronoides nos sirve exclusivamente para prestar inserción a un músculo masticador como es el temporal, el músculo temporal entonces a de ser un músculo que ejercita la masticación y ambos elementos están separados por una escotadura que es la escotadura sigmoidea, entre la coronoides y el cóndilo no debe mediar de más de 1.5 a 2cm. de diferencia, de distancia, pero fíjense las posiciones el cóndilo prácticamente esta a flor de piel, ustedes pueden palparlo y tocarlo fácilmente moviendo su articulación, mientras que la coronoides se encuentra oculta detrás del arco cigomático. ¿Porque esa referencia? Porque si hay una traumatismo que viene a esta región, seguramente nos a de fracturar el cóndilo antes que fracturarnos la coronoides, ya que la coronoides esta metida en la cavidad sigmoidea detrás del arco cigomático.

Si nosotros vemos al maxilar inferior tiene una forma bastante peculiar si lo vemos de frente nos llama la atención esta cicatriz ósea que la llamamos protuberancia mentoniana o sínfisis del mentón, se dice que épocas pretéritas estos dos elementos habrían sido dos maxilares inferiores al igual que los dos maxilares superiores que aún existen, pero que con la evolución del hombre se habrían acabado soldando y nos quedaría nada más que un resario de esa presencia de esos dos huesos a través de esta cicatriz, a los lados de la cicatriz de esa sínfisis encontramos dos orificios que son los dos orificios mentonianos por donde emergen dos nervios sensitivos que nos van a dar sensibilidad a toda la piel del área mentoniana de ahí es que cuando existen fracturas que afectan esta región hemos de encontrar dentro de los síntomas Hipoestesia cutánea en la piel que recubre al maxilar, es un síntoma claro de fractura de este hueso.

Si vemos de perfil al maxilar inferior nos llama la atención una estructura ósea bastante amplia, grande y de posición horizontal en lo que llamamos el cuerpo del maxilar y sobre este viene la implantación de los dientes en un área que la llamamos alveolar, vale decir cuerpo, aérea alveolar y dientes.

También nos llama la atención un elemento óseo de posesión vertical que es la rama ascendente del maxilar con las dos espículas que ya hemos mencionado cóndilo y coronoides y ambas estructuras rama ascendente y cuerpo están unidas a través de un elemento que es el ángulo del hueso del maxilar inferior y si se fijan ese ángulo tiene en su estreno mas posterior una serie de rugosidades que han de ser las que permitan la inserción de uno de los músculos más importantes de la masticación que es el músculo masetero que nos viene desde arriba desde el arco cigomático, estamos describiendo a esos músculos que precisamente son los que van a alterar el funcionamiento del hueso, decíamos el temporal que se inserta en la apófisis coronoides, el masetero que se inserta en el ángulo y por detrás de esta rama ascendente los dos músculos pterigoideos el inferior y el superior, el interno o el externo; esos 4 músculos corresponden a lo que llamamos todo el aparato masticatorio muscular, masetero, temporal y los pterigoideos interno y externo.

Si vemos desde atrás a este hueso, vemos una serie de espículas, con una serie de depresiones que han de servir para alojar sobre todo a las glándulas salivales y músculos depresores del maxilar que también se insertan por detrás el geniogloso, el genihiodeo, el milohiodeo, etc. músculos que han de ejercer el movimiento de descenso del maxilar para que después vengan los que suspenden al maxilar y se produzca la masticación.
Si vemos al maxilar armado con sus partes blandas, nos encontramos que este esta recubierto por su cara interna por glándulas salivales, las llamadas glándulas menores y esa es una explicación también de porque uno de los síntomas de este hueso es la sialorrea, la irrigación que provoca la fractura sobre la glándula hace que esta segregue enormes cantidades de saliva.

Se ha visto dentro de las incidencias del maxilar inferior son los varones los que rompen más este hueso en diferencia a las mujeres, en proporción de 3 a 1 eso significa que si hacemos una estadística y nos encontramos con 4 fracturas de maxilar inferior 3 son de varones y 1 de mujer.

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