lunes, 5 de septiembre de 2016

El “cupping” de Phelps, una terapia todavía sin respaldo científico



La estrella de la natación estadounidense no es el único en utilizar esta técnica, numerosos deportistas y personas con dolores musculares la usan ahora. Esta afamada práctica, hace siglos que se practica en las sociedades musulmanas, donde se la conoce como “heyama”.

Consiste en la aplicación de ventosas sobre la piel, con las que se hace el vacío del aire, succionando la piel y parte del músculo. Así se abren los poros y favorece la circulación sanguínea y linfática.

Hablamos con Julio de la Morena, especialista en medicina deportiva, Centro Médico Real Madrid CF de Sanitas, sobre las todas las garantías que ofrece esta terapia.

¿Garantías científicas?

El especialista afirma que es una “técnica alternativa”, considerada como “pseudomedicina”. Ratifica que hay numerosos “estudios que critican esta práctica por faltas de evidencias de que sea sólo un efecto placebo”.

Hay libros que tratan el cupping como “Truco o Tratamiento”, cuyos autores son el físico Simon Singh y el doctor Edzard Ernst, donde constatan que no existen evidencias sobre los efectos beneficiosos de esta terapia en ninguna afección médica.

Esta terapia además se ha utilizado como tratamiento alternativo contra el cáncer y tampoco hay ninguna certeza. La revista “American Cancer Society” tiene un artículo afirmando que “no hay evidencia disponible que apoye la reivindicación de que estas terapias tengan beneficios para la salud”.

"Yo creo que son necesarios más estudios mejor diseñados y llegar a conclusiones definitivas", añade el experto.

Diferentes técnicas

De la Morena explica que hay distintas maneras de realizar la terapia con ventosas, todo depende de los objetivos del tratamiento:

• Masaje: se aplica aceite en la zona a tratar con el fin de facilitar el desplazamiento de la ventosa mientras se mantiene el vacío. Se utiliza para favorecer el drenaje linfático y sanguíneo, así como para eliminar toxinas.

• Aplicación y extracción rápida de la ventosa: únicamente se utiliza sobre la espalda. Se aplica la ventosa y se retira rápidamente a los pocos segundos. Se utiliza especialmente en casos de congestión pulmonar.

• Ventosa fija seca: se fija la ventosa sobre puntos específicos para tratar aquellos órganos que tienen sus puntos reflejos en la espalda. Se utiliza para el tratamiento de contracturas y otros bloqueos musculares.

• Sangrado con ventosa: se pincha la piel y se coloca la ventosa, de modo que el efecto de succión provoca un leve sangrado. Se utiliza con el fin de reducir la tensión de la zona inflamada.

Desde el punto de vista médico ¿Es recomendable?

El doctor Julio de la Morena declara que es una terapia “compatible con otros tipos de tratamientos médicos, pero hay gente que por el efecto placebo mejora”.

Hay contraindicaciones para “personas que tengan algún problema de coagulación, que utilicen algún tipo de anticoagulante como en Sintrom”. Añade que tampoco se recomienda a aquellas personas que tengan “una capilarizacion muy frágil” porque se le crearían hematomas que pueden ser muy dolorosos.

Efectos negativos

Es una técnica que “no tiene problemas graves pero podemos terminar la terapia peor de lo que la empezamos”. Nos puede producir:

• Hematomas

• En ocasiones sangrado

• Dolor en muchos casos

• Dependiendo del umbral del dolor de cada uno, puede incluso llevar a la pérdida de conciencia

• Rotura de capilares muy grande

Efectos positivos

Bien hecho y sin llevarlo al extremo, la terapia con ventosas se utiliza con diferentes objetivos terapéuticos.

• Drenaje linfático

• Eliminación de toxinas

• Tratar contracturas

• Fortalecer tendones

• Terapia antiinflamatoria y analgésica

• Eliminar el exceso de grasa y la retención de líquidos

• Reducir edemas

• Dificultades respiratorias por diferentes causas

Para quién está recomendado

El experto alega que se puede utilizar en todo tipo de personas, siempre excluyendo a las personas con capilarización frágil o con problemas de anticoagulación.

Sostiene que ahora mismo su uso está más controlado. “Antes se utilizaba un cuerno de vaca, luego un vaso de vidrio y ahora ya está más controlado con unas ventosas que van unidas a una pistola neumática que mide el vacío”, declara.

Afirma que si no lo llevan al extremo, se puede utilizar incluso en personas mayores con problemas musculares.

Consecuencias: círculos morados

Esos círculos que se quedan en la piel tras el tratamiento “es la sangre que se queda cuando rompemos los capilares, donde se produce un intercambio gaseoso que se rompen y la sangre sale al exterior”.

El doctor certifica que pueden tardar alrededor de una semana en desaparecer.

“Es una terapia que no se puede tomar a la ligera, que debe estar siempre supervisada por un médico”, declara el especialista en medicina deportiva.


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