domingo, 6 de noviembre de 2011

LA MALA atención es una barrera para prevenir el cáncer uterino

“La primera vez que me hicieron el Papanicolau (Pap) fue traumático porque eran como cinco personas (residentes médicos) que veían mis partes mientras el ginecólogo les explicaba a detalle cómo se hacía un examen”, relató Helen Chiré.

La experiencia de Helen es un ejemplo de muchas mujeres que después de un trato torpe no vuelven al hospital, y es una de las razones para que no se realicen la prueba del Pap, una medida de prevención del cáncer de cuello uterino. En Bolivia este mal es la primera causa de muerte.

Helen realizó su primer control a los 19 años en el Hospital Viedma de Cochabamba. “Tan jovencita, deberías cuidarte, sentate te vamos a ver”, le dijo el médico que la atendió.

Por ejemplo, en el Hospital La Paz, de La Garita de Lima, indicaron que sólo 10 de 30 mujeres que asisten al nosocomio se realizan la prueba del Papanicolau, y no de forma voluntaria sino porque muchas organizaciones les exigen.

Las mujeres del área rural también sufren situaciones similares y amargas experiencias, manifestó el viceministro de Medicina Tradicional e Interculturalidad, Alberto Camaqui.

“Las personas que viven en las zonas rurales tienen el pensamiento de que todo su cuerpo es sagrado, pero cuando llegan a un hospital, donde no les informan sobre qué es un examen y qué le harán, sus derechos son violados y salen traumatizadas”, comentó Camaqui.

La idiosincrasia de la mujer campesina está basada en tres bases ancestrales, que son el Janapacha (divino protector de vida), Kajpacha (protector de la comunidad) y el Ukupacha (la fuerza negativa). “Los amautas respetan sus deidades y con el permiso de ellos detectan y diagnostican las enfermedades de la población”, explicó Camaqui.

Por otro lado, el presidente de la Asociación Boliviana de Hospitales (Asoboh), Ramiro Narváez, admitió que en los hospitales hay mucho por hacer y que la atención está en manos de los recursos humanos.


El Papanicolau detecta el mal a tiempo

El jefe de la Unidad de Promoción de la Salud y Prevención de Enfermedades del Sedes La Paz, Marco Colque, advirtió que en los hospitales paceños el aumento de consultas por cáncer de cuello uterino es cada vez más frecuente.

“Es importante que las mujeres se informen sobre la enfermedad y que sepan que este mal se puede erradicar, por eso los hospitales trabajamos en campañas y detecciones prontas”, recomendó.

Una manera de prevención es con la prueba del Papanicolau (Pap), que detecta celulas cancerigenas de forma temprana.

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