Mitos y verdades Vitamina C

La vitamina C está asociada comúnmente a los alimentos cítricos y va vinculada a la prevención de resfriados. Sin embargo, se conoce poco la verdadera función que tiene en el organismo, por lo que existen muchos mitos y verdades sobre la misma.

Entre algunas ideas erróneas que giran en torno a la vitamina C se encuentra precisamente la idea de que previene las enfermedades de invierno. “Si bien puede reducir la duración y la gravedad de un resfriado —dependiendo del organismo de cada persona y de las condiciones del resfrío— puede tener escasa incidencia en la prevención del mismo”, explica la médica general Litzia Suárez.

Otra creencia falsa es la de ingerir cítricos en ayunas para quemar grasas. El nutricionista Boris Calle dice que “no está comprobado científicamente que los cítricos en sí mismos sean suficientes para quemar grasa, aunque reducen los niveles de colesterol y actúan como antioxidantes”.

Finalmente, es mentira que los cítricos sean la única fuente de vitamina C, resalta la también nutricionista Mónica Barreda, ya que existen alimentos que contienen más cantidad que una naranja, como el pimiento, acelga, brócoli, fresas y coliflor, entre otros.

Lo cierto es...

La vitamina C es buena para los huesos, pues permite una mejor absorción del calcio. Su propiedad antioxidante reduce la pérdida ósea.
Es fundamental para la producción de colágeno que mejora la elasticidad, tensión y firmeza de la piel.
Favorece la absorción del hierro de origen vegetal; los de hoja verde.
Su exceso no es recomendable, ya que en cantidades superiores a 2 gramos provoca síntomas gastrointestinales.
Actúa en la respuesta de la glándula adrenal frente al estrés, reduciendo los niveles sanguíneos de la hormona llamada cortisol
Combate la hipertensión arterial con un suplemento diario de 500 miligramos. La presión diastólica y sistólica se reduce en 9%
Protege del cáncer gracias a que neutraliza el efecto oxidativo de las células, lo que impide que los tumores crezcan
Es excelente para el sistema cardiovascular.

Fuentes: Litzia Suárez (médica general), Boris Calle (nutricionista), Mónica Barreda (nutricionista)