domingo, 1 de marzo de 2015

Accidentes domésticos: ¡“Mi hijo se tragó una moneda”!

LA INGESTIÓN DE CUERPOS EXTRAÑOS EN LA INFANCIA ES FRECUENTE | LA MAYORÍA DE LOS CASOS NO PASA DE SER UNA ANÉCDOTA. SIN EMBARGO, EN ALGUNOS CASOS PUEDE LLEGAR A REQUERIRSE DE UNA INTERVENCIÓN QUIRÚRGICA.

Botones, pilas, aretes, canicas, juguetes e incluso agujas, alfileres y tornillos son algunos de los objetos, que llegan de alguna manera a las manos de los más pequeños y por la curiosidad innata que sienten en esta etapa infantil son llevados a la boca. De hecho, estos objetos parecieran tener una mágica atracción para los más pequeños, por lo que en menos de un segundo, terminan tragándoselos por accidente.

“En la infancia suele ser común que los niños se traguen objetos extraños. La ingestión de cuerpos extraños es un motivo de consulta muy frecuente en nuestro medio. El 90 por ciento se produce en niños menores de 5 años y el 80 por ciento de los objetos son eliminados espontáneamente por las heces sin ningún problema. Un hecho a destacar es que en la mayoría de los casos de ingesta accidental de objetos, ocurre en presencia de uno o ambos padres”, dice Mario Urquidi, cirujano pediatra de la Clínica Los Olivos.

Aunque la experiencia apunta a que la mayoría de estos objetos son eliminados naturalmente y no pasa de ser una anécdota, otros artículos requieren de una intervención quirúrgica u otros procedimientos.

Se debe tomar en cuenta que algunos objetos son muy peligrosos, ya que pueden causar lesiones muy graves como las pilas tipo botón o aquellos que son puntiagudos o cortantes.

“Los más peligrosos de todos son las pilas de tipo botón (pilas de reloj) puesto que la lesión se produce por compresión de las paredes del esófago, descarga eléctricacontinua, y finalmente empieza a salir el ácido de la batería, el cual termina perforando el esófago.

Otro grupo peligroso es el de los objetos punzantes (alfileres, agujas), porque estos pueden perforar el esófago, estómago o intestino”, asegura el especialista.

Una vez ingeridos estos puedes alojarse en la vía aérea (tráquea, bronquios) o en la vía digestiva (esófago, estómago, intestino).

“En la vía digestiva el primer lugar de paso, y donde con mayor frecuencia se alojan estos cuerpos extraños, es en el esófago, puesto que este órgano tiene tres lugares de estrechez fisiológica, los cuales hacen que hasta el 20 por ciento se queden en él”, dice Urquidi.

Los siguientes lugares incluyen al estómago, intestino delgado y colon. Si el objeto llega a cualquiera de estos órganos, las posibilidades de que sea expulsado espontáneamente es del 95 por ciento, siempre que el niño no tenga ninguna enfermedad de base que pueda impedir este hecho o que el objeto mida más de 5 cm, en cuyo caso es probable que no puedan atravesar el lugar donde se unen el intestino delgado con el grueso (Válvula ileocecal).

“Si se define al cuerpo extraño como a aquellos “objetos que poseen potencial lesivo o son insólitos en la vía digestiva” podría tener un desenlace fatal, siempre y cuando no se actué rápidamente para evitar complicaciones. Sin embargo la muerte felizmente ocurre muy rara vez”, asegura el especialista.



¿CÓMO SE HACE EL DIAGNÓSTICO?

En la mayoría de los casos son los padres los que se dan cuenta de que su hijo/a se tragó algo y aunque hasta el 50 por ciento de los casos son asintomáticos, los síntomas que pueden dan una pauta de la ingestión son:

Dificultad para tragar

Salivación

Dolor

Irritabilidad

“La radiografía de cuello, tórax y abdomen de frente y lateral, son la mejor forma para identificar al cuerpo extraño. Ocasionalmente es necesario realizar radiografías con contraste para identificar al cuerpo extraño. Si no se puede demostrar mediante radiografías y los padres están seguros que su hijo tragó “algo” se debe sospechar que se trata de un objeto “radio lúcido”, en otras palabras, no detectable con los rayos X. En estos casos se debe realizar una endoscopia digestiva lo antes posible, puesto que no se puede monitorear su progresión por el resto del intestino”, explica Urquidi.



EXTRACCIÓN DE OBJETOS

Solo el uno por ciento de todos los casos son quirúrgicos, el mejor método de extracción de un cuerpo extraño que esté en la vía digestiva, es la Endoscopia digestiva alta.

“Este procedimiento no sólo permite la extracción del objeto, sino también la valoración del estado del tejido alrededor de donde se alojó, con lo cual se puede hacer el diagnostico precoz de posibles complicaciones y se debe actuar rápidamente para corregirlas, y así evitar mayores problemas”, dice el cirujano. Si el objeto está en la vía aérea, se debe hacer una Broncoscopia. Ambos procedimientos se los debe realizar bajo anestesia general.



OBJETOS EN LA NARIZ

Es menos frecuente, pero ocurre. Si el niño presenta rinorrea fétida unilateral (salida de moco de muy mal olor por uno de los orificios nasales) se debe sospechar de la presencia de un cuerpo extraño localizado en la nariz.

La recomendación de que se debe hacer en estos casos es: Consultar con un Otorrinolaringólogo pediatra, o acudir a un servicio de Urgencias Pediátricas.



ELIMINADOS NATURALMENTE

Según explica el especialista, sí el objeto logra pasar el esófago, la posibilidad de ser expulsado espontáneamente dentro los siguientes 14 días, es muy alta. Se deben realizar radiografías cada 5 a 7 días para demostrar que el cuerpo extraño esté progresando por el intestino delgado y grueso.

“Si se evidencia que el objeto permanece en el mismo lugar, se debe considerar la cirugía para su extracción Sin embargo, sí el niño presenta síntomas de obstrucción intestinal, perforación intestinal o peritonitis (mal estar general, postración, fiebre, dolor abdominal, vómitos, falta de eliminación de heces), se debe intervenir quirúrgicamente lo antes posible, concluye Urquidi.

No hay comentarios:

Publicar un comentario