lunes, 16 de septiembre de 2013

Médicos bolivianos logran exitosa separación de las bebes siamesas

Danitza y Damaris Mita Gerónimo, las niñas siamesas de cuatro meses que estaban unidas por el tórax, corazón y el hígado fueron sometidas, ayer, a una cirugía de más de siete horas que fue considerada exitosa porque permitió su separación. Es la primera vez que en Bolivia se realiza una cirugía de esta magnitud.

A un día de que las niñas cumplan cuatro meses de vida, los 29 médicos bolivianos que formaron parte de un equipo multidisciplinario, tuvieron que adelantar la cirugía ya que Danitza (la más pequeña) sufrió una infección a nivel cerebral.

Las siamesas fueron trasladadas desde el hospital pediátrico Manuel Ascencio Villarroel hasta el Centro Médico Boliviano- Belga, el pasado sábado. La cirugía comenzó ayer a las 10 de la mañana y cerca de las 14:30 ya estaban separadas. Todo el proceso que fue de alto riesgo concluyó a las 17:30.

Según el director del centro médico Belga, Luis Mercado, fue una cirugía de alto riesgo, pero con resultados exitosos. Si bien aún no están fuera de peligro y su pronóstico es relativamente reservado, Mercado dijo que ambas se encuentran estables.

Por su parte, el cirujano cardiovascular, Carlos Brockmann, dijo que las próximas 24 horas serán determinantes. Hasta ayer en la noche continuaban en terapia intensiva siendo estabilizadas y sometidas a exámenes permanentes.

“Queda un camino prolongado pero nos preocupa la evolución de una de ellas que tiene múltiples malformaciones (Danitza)”, explicó.

Recordó que la niña tiene problemas cerebrales y cardiacos que pueden hacer que sea reintervenida en las próximas 48 horas “para darle una opción más importante de vida”.

En el caso de Dámaris considera que su evolución debe ser positiva pese a que padece de hipertensión pulmonar que es propia de los bebés pequeños que tienen malformaciones congénitas. Cada una tiene un peso aproximado de 3 y 3.2 kilos.
SECUELAS A su turno, el neurocirujano Manuel Sanz informó que una de las niñas no tiene el mejor pronóstico porque aparte de tener malformaciones a nivel cardiovascular también la tiene en el cerebro, esta última que puede traer problemas a futuro.

“Un retraso psicomotor es lo más esperado en una de las niñas que tiene hipotrofia del sistema central muy importante. Para evaluar el nivel de secuela se tiene que esperar un tiempo”, indicó.

Dijo también que hace cinco semanas, Danitza tuvo una cirugía en la cabeza por un problema de macrocefalia (hipertensión intracraneana). La niña también sufre del síndrome de Dandy Walker (quiste en el cerebelo) y de hipotrofia (defecto de nutrición).

Todos los profesionales que intervinieron en la separación quirúrgica se mostraron contentos por este logro inédito en el país y destacaron el material humano que participó.
El compromiso continúa y gestionan equipamiento
El equipo multidisciplinario que participó de la separación quirúrgica de las siamesas continúa comprometido con el bienestar de las niñas hasta su recuperación y posterior dada de alta.

Desde el hospital pediátrico Manuel Ascencio Villarroel gestionan la adquisición de equipamiento que las niñas requerirán a futuro.

Según la directora Rosalía Sejas se encuentra en proceso de adquisición de estos equipos que serán utilizados para las siamesas, pero también en un futuro para otros niños enfermos.

Asimismo, reafirmó su compromiso de continuar con las gestiones para buscar los fondos necesarios que cubran los gastos médicos. Recordó que desde el Ministerio de Salud se tiene una cuenta bancaria de los padres donde se realiza el depósito de recursos. Dijo también que es posible recibir ayuda de la Gobernación. Caso contrario, el hospital pese a sus limitaciones se hará cargo de algunos gastos con fondos propios . Sejas a tiempo de agradecer el esfuerzo del equipo médico resaltó el trabajo del coordinador, el cirujano pediatra Gonzalo Meleán.
Equipo de galenos que participó de la cirugía en la clínica Belga
El equipo multidisciplinario estuvo conformado por médicos de la clínica Belga, del hospital Univalle y el hospital pediátrico Manuel Ascencio Villarroel.

El coordinador del equipo quirúrgico fue el cirujano pediatra, Gonzalo Meleán. También estuvieron el cirujano cardiovascular, Carlos Brockmann; cirujano pediatra, Uriel Ferrufino; cirujano de trasplante de hígado, Mario Goitia; cirujana trasplantóloga de riñón, Maisa Saavedra; cirujano plástico, Rodo Villarroel; neurocirujano, Manuel Sanz. En el área de pediatría los especialistas en infectología, María Elena Calderón; la neuróloga, Heydi Sanz; la neumóloga, Vania Peñarrieta. El traumatólogo, Romel Pereira y Mauricio Peralta; los imagenólogos, Alberto Darrás y Silvana Vía; el cardiólogo, Gabriel Echazú y la ecocardiografista pediatra, Irma Pacheco. Los anestesiólogos, Patricia Montaño, Kathia Montaño, Sandra Antezana, Carla Salinas, Carlos Guevara y Mario Rollano. Los terapistas intensivos, Álex Ortega, Gustavo Guzmán (pediatra), José Guzmán, Vladimir Mamani y Nayda Cosío. También Eduardo Suárez, pediatra en nutriología infantil y Nils Cassón de terapia intensiva.




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