jueves, 3 de septiembre de 2015

Debilitante anemia durante la infancia

Si no es tratado oportunamente, este trastorno hematológico puede volverse serio y generar incapacidades en el niño.

Se designa anemia a la falta de hemoglobina, la cual es una proteína rica en hierro que se encuentra en los glóbulos rojos y transporta el oxígeno en el cuerpo. Esta enfermedad puede ser aguda o crónica cuando dura un periodo breve o prolongado, respectivamente. Los síntomas dependen de la gravedad de la anemia. Generalmente, el niño presenta cansancio, tez pálida, pérdida del apetito y epidermis seca. Asimismo, puede jadear después de realizar un ejercicio físico, debido a la escasez de oxígeno en su organismo.

Los niños más propicios a sufrir anemia son los que han nacido prematuros. Asimismo, los bebés que no recibieron diversificación alimentaria luego de los 6 meses de edad. Esta afección puede tener repercusiones severas, ya que debilita al menor y provoca un impacto negativo sobre su crecimiento. Por eso, es necesario reconocerla y tratarla.

Principales causas y tratamientoS

Anemia nutricional

En los niños, el tipo más común de anemia ocurre por un aporte insuficiente de hierro en la alimentación. Es importante destacar que el hierro es un mineral indispensable para producir la hemoglobina. Las madres que lactan a su hijo le proveen hierro en la leche materna hasta los 6 meses de edad. Luego, es fundamental diversificar la alimentación del bebé para evitar que padezca anemia.

Patologías

En la infancia, la anemia puede ser acarreada por una patología hereditaria (anemia falciforme) que ocasiona una forma anormal de los glóbulos rojos, lo que dificulta la buena circulación de los mismos en el organismo. Esto provoca que el cuerpo del infante reciba menor cantidad de oxígeno. Asimismo, una serie de afecciones crónicas o autoinmunes (insuficiencia renal, enfermedad de Crohn y lupus, por ejemplo) suelen causar una deficiencia en la producción de la hemoglobina. Finalmente, la anemia aplásica es un padecimiento grave que impide que la médula ósea del pequeño produzca suficientes células sanguíneas.

FACTORES ADICIONALES

En algunos niños, la anemia puede ser causada por sangrados agudos o crónicos ocasionados por trastornos gastrointestinales. Asimismo, la deficiencia de la producción de la hemoglobina suele desarrollarse en los pequeños que tienen problemas en la tiroides. Por otro lado, es posible observar casos de anemia como efecto secundario de ciertos medicamentos administrados al menor. Es necesario acudir a un pediatra para identificar el causante de esta afección e iniciar un tratamiento adecuado.

CURACIÓN

Si tu hijo presenta los síntomas de la anemia (palidez y dificultades para respirar), debes acudir al pediatra para efectuar un diagnóstico correcto. El tratamiento administrado depende de la gravedad de la afección. Generalmente, el médico prescribe medicamentos y complementos alimenticios ricos en hierro. Asimismo, suele brindar consejos a los padres acerca del régimen alimentario que debe adoptar el pequeño. Toma en cuenta que en los casos más graves, el menor puede requerir transfusiones de sangre.

Otras alternativas eficaces

Limón

Es un cítrico que ayuda al organismo a asimilar el hierro contenido en los alimentos. Por eso, no dudes en ofrecer limonada sin azúcar a tu hijo.

Lentejas

Estas legumbres son una de las mejores fuentes de hierro. Puedes prepararlas en guisos, ensaladas (frías o calientes) o sopas, según los gustos del pequeño.




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